Capítulo 2

506 73 129
                                    

Harry

Domingo 29 de Septiembre, 2013.

Me despierto al sentir más peso en mi pecho y puedo mirar a Louis acomodado sobre mi.

No me muevo en lo absoluto, aún cuando la falta de aire comienza a hacerse presente, no quiero despertarlo.

Ayer no hablamos absolutamente nada, solo me pidió que me quedara con él y así lo hice. Lo abracé y le acaricié el cabello hasta que se quedó dormido, pero no podré evadir los temas de conversación pendientes para siempre.

–¿Harry? —murmura dormido— ¿Harry? ¡Harry! ¡Harry!
–Tranquilo, Lou... —le hablo para despertarlo— Aquí estoy, aquí estoy, amor.

Se levanta de la cama de un brinco y mira todo a su alrededor. Casi por instinto me levanto yo también pero no me acerco a él.

Se pasa las manos por la cara para después abrazarme sin pensarlo y puedo sentir como tiembla un poco.

–Necesito recuperar mi vida, Harry —lloriquea—. Necesito volver a ser yo, ya no quiero tener miedo, y no quiero que me temas.

Levanto su barbilla y acaricio su cara.

–Lou, no te tengo miedo, yo...
–¿No tienes miedo de que pueda lastimarte? —pregunta interrumpiendome— ¿No tienes miedo de que en algún momento todo lo que me atormenta me impida recordar que eres real?

Entiendo a lo que se refiere, pero no puedo temerle a él; temo no poder ayudarlo.

–Él me dice que no eres real —continúa con el miedo reflejado en su rostro—. Me dice que te vas a ir y que no volveré a verte esta vez.
–¿Quién te dice todo eso?
–Mi padre.

Quiero decirle que no es real nada de eso, pero él lo sabe bien. Sabe que no es real, pero no sabe cómo controlarlo.

–Lou, siéntate.
–¿Es cierto lo que me dice? ¿Te vas a ir? ¿Me vas a dejar de nuevo?
–No, no, no te volveré a dejar, lo prometo.

Le indico que se siente en la cama junto a mí y lo tomo de ambas manos.

–Harry, quiero saber toda la verdad —exige—. Quiero saber todo lo que en realidad ocurrió y que es lo que va a suceder ahora.

Son tantas cosas que no sé por dónde empezar, se supone que no debo saturarlo de información, pero ha pasado por tanto que lo menos que merece es saberlo todo.

–¿Qué es lo que sabes? —le pregunto.
–Nada, no sé nada, Harry —responde con desesperación—. No sé ni quién soy, no sé quién eres en realidad, no sé si sigo enamorado de ti y no sé si algún día lo estuve.

Lo miro atónito y no sé cómo reaccionar. No pudo haberlo dicho en serio.

–¿Si no sabes quién soy en realidad por qué no quieres que me vaya? —pregunto temiendo a la respuesta.
–Porque tú sabes la verdad y eres el único que puede decirme todo.

Realmente me lastima que solo me quiera a su lado por eso, pero tengo que darle tiempo.

–Mañana tienes cita con el doctor, tal vez mañana podrás saber más sobre tu enfermedad y como va a funcionar todo esto.
–¿Y sobre nosotros?

Definitivamente esto no será nada fácil. Me confunde demasiado y no puedo aclarar mis dudas. No sé si realmente quiere saber sobre nosotros por que existe la posibilidad de retomarlo o sólo porque quiere saber lo que en realidad ha vivido.

No sé que es lo que vaya a pasar y tengo miedo.

–No deberías preocuparte por eso ahora, Lou —respondo con un nudo en la garganta.
–Harry, quiero saber todo lo que ha pasado con mi vida y todo de lo que me he perdido por estar en un mundo que yo mismo inventé.
–Y lo sabrás, pero no puedo darte toda la información de golpe, no te hace bien.

Y tampoco a mí. No me hace bien saber que no recuerda que está enamorado de mí.

¿Se puede olvidar que estás enamorado de alguien?

–¿Recuerdas lo que pasó la última vez que nos vimos?
–Sí —responde incómodo—. Y te agradezco que no lo hayas hecho.
–¿Qué no hiciera qué? —pregunto confundido.

Entiendo que va a tener actitudes que me confundan, pero necesito aprender a lidiar con esto y no sé cómo.

–Gracias por no olvidarte de mi —dice al tiempo que me abraza—. No recuerdo estar enamorado de ti, y no sé cómo pasó, pero quiero pensar que la tranquilidad que me brinda tu presencia tuvo algo que ver.

Le acaricio la espalda y le beso el cabello. Si mi presencia lo hace sentir cómodo y seguro, no me iré nunca de su lado.

–Perdóname, Harry —susurra llorando en mi hombro—. Perdóname por lo que te dije la última vez que nos vimos, por no poderte decir que sigo locamente enamorado de ti como seguramente alguna vez lo hice, perdóname por no sentirme como debería estando contigo, por todo lo que te he hecho pasar, por favor perdóname.
–No es tu culpa, mi amor —respondo de igual manera—. Tú perdóname a mi por haberte dejado.

Siento sus lágrimas empapar mi camisa negra y lo apego más a mí. Voy a hacerlo sentir tan seguro como lo necesite.

–Te prometo que voy a ayudarte a salir de esto, vamos a hacer todo lo que sea necesario para que mejores y poco a poco recordarás todos y cada uno de los momentos que vivimos juntos.
–¿Y qué pasa si nunca recuerdo nada? —pregunta con miedo.

Esa pregunta me había estado atormentando los últimos meses, y nuca había logrado obtener respuesta; hasta ahora.

–Yo me encargaré de crear nuevos momentos —le aseguro—. Vamos a crear una nueva y la mejor historia de amor que nadie haya escrito antes; te voy a enamorar de nuevo.

Por fin me mira y por primera vez desde que llegué ayer, puedo apreciar una muy leve y casi invisible sonrisa en su bonito rostro. Ya es un poco de ganancia.

–Creo que lo harás muy bien —susurra sorbiendo su nariz.
–Podemos comenzar todo de nuevo.

Me separó de él y me dirijo a la puerta pero me detiene.

–¿A dónde vas? —pregunta nervioso.
–Bajaré por algo, no tardo.
–¿Lo prometes?
–Lo prometo.

Me suelto de su agarre y bajo rápidamente en dirección a la sala, y busco en el librero algo que pueda servir para lo que planeo hacer.

–Harry —llama Jay a mis espaldas—. ¿Está todo bien?
–Sí, estaba buscando esto —respondo mostrándole las revistas en mi mano—, creo que puede ayudar a Louis.

Me mira intrigada pero no le doy tiempo a responder ya que regreso a la habitación lo antes posible, pero puedo escuchar sus pasos siguiéndome.

–¿A dónde fuiste? —me pregunta Louis cuando me ve entrar.
–Muy bien, quédate parado justo donde estás —le pido con las revistas en mano e ignorando su pregunta.

Me mira confundido pero hace lo que le digo mientras Jay se queda recargada en el marco de la puerta apreciando la situación con atención a lo que vaya hacer.

Me alejo lo suficiente de Louis para después caminar hasta él de nuevo y golpeó mi hombro con el suyo tirando a su vez las revistas al suelo.

–Oops! —exclamo al tiempo que me agacho a recogerlas.

Se agacha junto a mi pero la confusión sigue presente en su rostro.

–¿Hi? —pregunta con una sonrisa más notable que la que me había dado anteriormente.

Le devuelvo la sonrisa y lo ayudo a levantarse ya con las revistas en mano de nuevo.

Por un momento creí que no lo recordaría, y sé que tal vez habrá cosas que no las sabrá al instante pero yo lo voy a ayudar.

Quiero a mi bebé de vuelta. Lo quiero y no me voy a rendir hasta recuperarlo.

Always In My Heart ≈Yours Sincerely, Harry≈ [2]Where stories live. Discover now