Capítulo 27

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Louis

Martes 09 de Enero, 2014.

El camino a casa de Harry es muy largo, miro de la ciudad como si fuera un lugar nuevo pero con algo de nostalgia.

Respirar el aire de Londres me hace bien, me ayuda a recordar cosas, pero no como yo quisiera, aunque sé perfectamente que iniciar una nueva vida junto a Harry es la mejor opción, quiero recuperar algo de lo que tenía anteriormente y hoy es el día perfecto para comenzar.

–¿Entonces vas a llamarlo? —pregunta Harry como si me hubiera leído la mente.
–¿Crees que debería hacerlo?
–En realidad, creo que deberías ir a buscarlo —dice sonriendo—. Llegaremos a casa de mi madre a dejar las cosas y después te llevo a su departamento.

Afirmo con un asentimiento y me concentro de nuevo en el camino.

No tardamos más de diez minutos en llegar a su casa. Verla de nuevo me trae todos los recuerdos de manera fugaz. Cuando mi madre se enteró de que estaba saliendo con Harry me ayudaba a salir de mi casa para venir a verlo y nos sentabamos en el piso de la sala a ver películas; aún no he entrado y ya recuerdo la bonita alfombra de la sala.

Harry abre la puerta y su madre nos recibe con una sonrisa y los brazos abiertos.

–¡Cariño, al fin llegan! —exclama Anne abrazando a su hijo— Te extrañé muchísimo, mi amor.
–Y yo a ti, mamá.

Miro la bonita escena de Harry y su madre abrazándose desde la entrada de la casa con la puerta ya cerrada y mi mochila colgada de un solo brazo, hasta que Anne se separa de Harry y se acerca a mí.

–¡Louis, que gusto me da verte, corazón! —dice mientras me envuelve en un cálido abrazo— ¡Dios, gracias al cielo que estás bien! ¡Te extrañé mucho también a ti, mírate, que guapo estás te ves muy bien!

Ser recibido así por ella me hace sentir cómodo, me alegra recordar que Anne siempre ha sido un amor de persona, y el hecho de que me siga aceptando hace todo más fácil.

–Gracias, Anne —respondo amablemente—. Yo también te extrañé, me alegra estar de vuelta.
–Dejen sus cosas y pónganse cómodos, la comida está lista.

Justo como dice dejamos el equipaje en la antigua habitación de Harry y comemos cómodamente en medio de una amena plática con Anne.

Son las 5:30p.m. cuando hemos terminado y me pongo de pie al ver que Harry lo hace.

–Mamá, tenemos que salir, volveremos más tarde —anuncia Harry.
–Está bien, cariño, diviértanse.

Le agradezco la comida y sigo a Harry hasta subirnos al auto. Sé a dónde vamos, pero estoy algo nervioso.

Nos mantenemos en silencio disfrutando de la música y a pesar de que no sé a cuánto tiempo de distancia está nuestro destino, puedo sentir un poco de presión en mi pecho al plantearme varias posibilidades.

–¿Y si no quiere verme? —pregunto interrumpiendo el cómodo silencio.
–Eso no pasará, Lou —dice reconfortante—. Todo saldrá bien, tranquilo.

Nos estacionamos afuera de un edificio lo suficientemente alto pero sencillo y lo admiro con atención.

–Su departamento es el 16-B —dice apagando el auto—. Está en el segundo piso.
–¿Cómo? ¿Tú no vienes?
–No, tengo algo que hacer, amor, pero ve y cuando quieras que regrese por ti me llamas.
–¿Qué tienes que hacer? ¿No puedes hacerlo después de esto?
–Lou...
–Harry, no creo poder hacer esto solo.

Enciende el auto y me mira esperando a que baje.

–Sí puedes, Louis —me anima— tú puedes hacer todo lo que te propongas y sin ayuda de nadie.

Always In My Heart ≈Yours Sincerely, Harry≈ [2]Where stories live. Discover now