Capítulo 29

307 47 46
                                    

Louis
___________________________________

–¡Vaya, vaya! —exclama mi padre con cinismo— Con que ahora tu noviecito se está encargando de darte la vida que siempre quisiste.

Camina al rededor de la habitación y juro que quiero levantarme de la cama e irme, pero mi cuerpo no responde.

–Vete, no tienes nada que hacer aquí, no eres real —digo con firmeza.
–Sí que lo soy.

Se acerca a mí bruscamente y me toma del brazo haciéndome salir de la cama con una fuerza impresionante.

–¿Sientes esto? —escupe con desprecio muy cerca de mi cara— ¿No se siente real?
–Me estás lastimando.
–Es justo lo que quiero; lastimarte, verte sufrir.

Me suelto de su agarre y en el acto caigo de sentón en la cama aún sin dejarlo de mirar. El odio que siento en mi pecho quema cada vez más, y las ganas de terminar con esto son cada vez más grandes.

–¿Por qué? ¡¿Por qué me haces esto?! ¡¿Por qué?! —grito exigiendo una respuesta pero solamente obtengo una carcajada sarcástica de su parte— Solo quiero que me dejes en paz, por favor.

Estoy a punto de llorar, no quería ser débil frente a él, no quería ser débil frente a mi propia mente; pero no puedo soportarlo más.

–Lo haré —dice con la misma sonrisa cínica de siempre—. Me encargue del príncipe Terrence para no tener que encargarme de ti, porque aunque no lo creas, yo te quiero, hijo.

Niego con la cabeza y trato de hablar, pero las palabras no me salen.

–Te necesito en el palacio, en nuestro reino, y si la única opción que tengo para que accedas es deshacerme de lo único que te mantiene aquí —dice señalando mi foto con Harry que cuelga de la pared—... Me temo que tendré que hacerlo.

Puede hacer lo que quiera conmigo, pero no permitiré que le haga daño a Harry.

–No, no por favor —pido en un susurro apenas audible.
–Es la única alternativa que me has dejado, Louis. Sin él en tu vida todo volverá a ser como antes; tu volverás al palacio...
–¡No!
–...Te casarás con la princesa Eleanor...
–Para...
–... Heredarás la corona, seguirás mis órdenes...
–¡Detente!
–¿Quieres que me detenga? —pregunta con una sonrisa burlona a lo que simplemente asiento pero instantáneamente niega con la cabeza.

Quiero terminar con esto, quiero que él desaparezca de mi vida para siempre.

–Muy pronto Harry habrá sido solo un mal sueño del que precisamente ahora vas a despertar —dice para seguido de eso abrir la puerta de la habitación.
___________________________________

Abro los ojos de golpe al escuchar la puerta cerrarse lentamente.

Tardo en procesar lo que está sucediendo y caigo en cuenta de que todo fue una pesadilla.

–¿Harry? —lo llamo al no verlo en la cama y lo busco con la mirada por la habitación pero definitivamente no está aquí.

Harry. Mi padre.

Me levanto de la cama dando un brinco y abro la puerta de la habitación bruscamente para asomarme por el pasillo en busca de mi novio pero lo único que logró es ver a mi padre lanzarme una mirada retadora desde el final de las escaleras.

Bajo lo más rápido posible cuando comienza a caminar en dirección a la cocina.

Al entrar la imagen frente a mí me deja sin palabras.

–¿Estás bien, amor? Apenas te llevaba...
–¡No! —exclamo interrumpiendo a Harry.

Ver a mi padre con un arma apuntando a Harry directo a la cabeza me deja estático y el pánico se apodera de mi.

Busco algo que pueda ayudarme a defenderlo y cuando mi mirada encuentra el cuchillo sobre la mesa lo tomo sin pensarlo dos veces y lo apunto hacia ellos frente a mí.

–¿Lo-Louis? —me habla Harry con temor reflejado en su voz.

Trata de acercarse pero mi padre me hace una seña para que se lo impida.

–Voy a disparar —amenaza mi padre.
–¡Harry, no te muevas! —grito temblando mientras las lágrimas no dejan de brotar de mis ojos.

Se para en seco sin quitar la expresión preocupante de su rostro.

Tiene miedo, y para ser sincero yo también.

–Amor, dime qué... —habla temeroso sin moverse y a punto de llorar también— ¿Qué esta pasando?
–¡Dile, dile que sucede! —exige mi padre— ¡Explicaselo!
–Mi padre —digo llorando más fuerte sin apartar el cuchillo frente a Harry—, va a matarte si no me voy con él.

Niega con la cabeza y casi puedo escucharlo tragar saliva.

–Lou, no puedes irte con él —habla lo más tranquilo que puede pero sin acercarse a mi—, y tampoco puede matarme porque no es real.
–¡Dile que no me rete! —grita mi padre cargando la pistola sin dejar de apuntarla a la sien de Harry.
–¡NO! —grito llorando mucho más fuerte— ¡Basta, por favor!

Rompo mi llanto y miro una vez más la seria expresión de mi padre mientras la preocupación y el terror invaden cada vez más a mi novio frente a mí, quien no se acerca por miedo de que pueda encajar el cuchillo en alguna parte de su cuerpo.

Pero ya no puedo más, tengo que terminar con todo esto de una vez por todas.

–Louis, déjalo que dispare si es lo que quiere, no va a hacerme daño —insiste.
–¡Es que tú no lo estás viendo! —grito con desesperación— ¡Tu no ves su maldita sonrisa de satisfacción en este momento!
–Lou, baja el cuchillo, por favor —suplica—. Por favor, amor.

Todos mis sentidos están fuera de órbita y no puedo controlarlos; mi cerebro no está trabajando de manera adecuada, mis ideas están más desordenadas que de costumbre y no me permiten pensar con claridad. Mi respiración es muy agitada por la falta de oxígeno exigiendo más presencia de éste pero no puedo respirar aunque lo intente. Mi cuerpo tenso hace que mis músculos se contraigan excesivamente provocando temblores que soy incapaz de controlar, y no se diga la velocidad a la que trabaja mi corazón en este instante, me impresiona saber que nunca antes lo sentí latir de esta forma.

Redirecciono el cuchillo y dejo de apuntarle a Harry para colocar la orilla filosa de éste en mi cuello pero sin moverlo.

–No, no, no, Louis —habla Harry con desesperación—. Detente, por favor, no lo hagas.

Siento el filoso cuchillo amenazar con atravesar mi piel para así mismo mi yugular. Tengo miedo, pero tengo que hacerlo.

–Adelante, házlo —dice mi padre sin bajar la pistola—. Eres un cobarde y ni siquiera para quitarte la vida tienes valor.
–¡CÁLLATE!

Harry llora más fuerte y juro que su llanto me hace más daño de lo que me haría sentir el maldito cuchillo en mi cuello.

–Tengo que hacerlo, Harry —susurro entre el llanto sin mirar a mi padre—. Solo así acabará todo, ya no seguiré luchando contra mi mente.
–Louis, que dices... No, basta.

Miro por última vez esos hermosos esmeraldas que en este momento están rojos del llanto, llenos de desesperación y miedo; extrañaré recordar el amor con que me miraban, si es que puedo recordarlo de alguna manera.

–Te amo, Harry —digo en un hilo de voz apenas audible.
–¡NO!

Es lo último que escucho salir de sus labios. Un no desesperado y exigente al tiempo que intentó forcejear pero ya era tarde.

Pude sentir la mano de mi novio tomar la mía por un instante, antes de sentir el frío y filoso metal atravesar mi cuello de lado a lado. La sangre escurriendo por mi cuerpo y ropa me hacen darme cuenta de que lo logré, pero ver la manera tan repentina en que mi padre ha desaparecido para después perder la conciencia poco a poco, es lo que me convence por completo; todo terminó.

Always In My Heart ≈Yours Sincerely, Harry≈ [2]Where stories live. Discover now