Always In My Heart ≈Yours Sincerely, Harry≈ [2]

Capítulo 24

Harry

Viernes 20 de Diciembre, 2013.

Louis baja con dificultad su maleta de la banda y me acerco a ayudarle.

–¡Déjame ayudarte, amor!
–Puedo hacerlo.

Caminamos a la salida del aeropuerto y tomamos un taxi que nos lleva al hotel en que vamos a hospedarnos.

En el transcurso del camino mira la ciudad fascinado. Ver su amplia sonrisa me hace sentir el chico más afortunado del mundo.

No puedo imaginarme a un Louis de 18 años, con mucho entusiasmo por estar en la ciudad de sus sueños y que de pronto resulte que no recuerda nada porque lo que vivió fue imaginario. Es por eso que haré de este viaje el mejor de su vida.

Al llegar al hotel, nos registramos y nos entregan nuestra habitación.

–Amor, esto es asombroso —dice recorriendo la suite—. No puedo esperar a ver la ciudad.
–Yo tampoco, pero me gusta más ver tu cara de emoción y tú sonrisa que ver la mismísima torre Eiffel.

Sonríe y se acerca a darme un beso. Definitivamente serán las mejores vacaciones de mi vida.

Martes 24 de Diciembre, 2013.

9:30p.m.

El viaje apenas a comenzado y no puedo expresar lo feliz que me siento de poder estar con Louis.

Estos días no hicimos más que vagar por la ciudad y tomar algunas fotografías. Cosas que estando con Louis lo significan todo.

Hoy es su cumpleaños número veintiuno, y ya hemos celebrado el día con un bonito almuerzo que le preparé para después llevarlo de compras, aunque estoy muy emocionado por como reaccionará cuando vea su sorpresa, sé que le va a gustar.

Me acomodo el traje frente al espejo esperando a que Louis salga del baño y me concentro en arreglar el moño al rededor de mi cuello, hasta que me veo interrumpido por el sonido de mi teléfono.

–Dime —respondo la llamada al ver el nombre de Drake en la pantalla.
–Amigo, está todo listo, ya solo necesito que firme para comenzar apenas vuelvan.
–Gracias, Drake... Te debo una.
–Ni lo menciones, suerte.

Cortamos la llamada y me sorprende Louis tomándome de la cintura por atrás.

–¿Quién era, amor?
–Nadie, un viejo amigo.
–Ah, de acuerdo —responde no muy convencido.

He estado esperando este día con ansias. No soporto ocultarle más cosas, y menos algo tan importante.

–¿Nos vamos? —pregunto depositando un corto beso en sus labios.

Asiente y salimos del hotel en dirección al restaurante en que reservé. El Maison Blanche con excelente vista a la Torre Eiffel me pareció el lugar perfecto para lo que se avecina.

En la entrada nos recibe un joven que, cómo pedí, habla nuestro idioma.

–Buenas noches, señor Styles —saluda amablemente—. Acompañenme por aquí para llevarlos a su mesa.

Comenzamos a caminar detrás de él y acomodo mi brazo para ofrecerlo a Louis y lo entrelace con el suyo.

–Harry, éste lugar es asombroso —dice mirando el lugar maravillado mientras caminamos.

Sonrío en respuesta y nos detenemos cuando el joven que nos guiaba lo hace, dejándonos ver la hermosa terraza decorada y con una mesa más grande que las demás justo en medio.