CAPITULO 7✓

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Mi pulso se acelero y mis ojos se abrieron como platos al escuchar su voz.

Me di la vuelta y entonces lo ví, con traje, estaba igual que cuando estaba conmigo, él era muy diferente a Héctor.

Alto, de tes morena, una sonrisa que me enamoraba de ojos marrones.

— ¿Que haces aquí? —. Preguntó sin acercarse

— Ahora resulta que no puedo pasar por el hospital en el que trabajas —. Respondí molesta

— Mientras no me molestes a mi, todo esta bien —. Desvío su mirada y camino hacia la puerta

Algo en mi reacciono por inercia y lo tome del brazo.

— Suéltame Lucía —. Mire el piso mientras escuchaba como me despreciaba, lo solté y una lágrima paso por mi mejilla

— No llores, a pesar de todo lo que me has hecho aún no me gusta verte llorar —. Se acerco a mi y con la llema de sus dedos limpio mi mejilla

— Pero eso no significa que te voy a perdonar —. Tomo fuertemente mi mentón

— ¡Suéltame Andrés, me estas lastimando! —. Puse mis dos manos sobre las suyas para alejarlo

— ¿Es para eso que vienes no? Para poder verme y que harías cualquier cosa para tenerme... Entonces si me quieres dejaras que haga contigo lo que quiera —. Mi corazón se destrozo

Me estaba humillando por que sabia que aún lo amaba, pero no se lo permitiriá ni a él ni a nadie.

— ¡Pues estas muy equivocado, por que aunque te ame mucho no permitiré que quieras pisotearme y vengarte de mi Andrés! —. Sus manos se resbalaron como mantequillas hacia mi cintura

— No es venganza Lucia, es amor —. Mis ojos brillaron con esperanza

Sus ojos se centraron en mi boca y los mios en la suya, su boca se acercaba cada vez a la mía, su cuerpo se pegaba más al mio como un imán magnético.

Sus labios rozaron con los mios y su aliento se junto con el mio, las ganas de besarlo eran interminables pero quería que él comenzara el beso.

— ¿Quieres que te bese? —. Ronroneó cerca de mi boca

— ¡Si, si mi amor! —. Mis manos subieron a su cuello y me aferre a él

— Pero preferiste el dinero que a mis besos y mi amor que tanto te brindaba —. Se alejo rápidamente de mi cuerpo y entró al hospital

Me quede ahí parada afuera, confundida por lo que había pasado.

Remoje mis labios pensando en su boca en la mía los roze con la punta de mis dedos disfrutando de la sensación en mis labios.

— ¿Señorita esta todo bien con usted? —. Salio Ramón del auto

Me di la vuelta y observe la puerta del hospital, camine unos cuantos pasos pero antes de entrar me arrepentí.

Baje la mirada y mire mis pies, camine de vuelta al auto y aventé mi bolsa molesta por lo que me había hecho Andrés.

— Llevame a casa, por favor Ramón —. Hable sin mirarlo

Me recargue en la ventana y cerré los ojos, disfrutando de el aire.

(...)

Llegue a casa y con pasos desganados pase por la cantina, tome una botella de tequila y subí lentamente las escaleras.

— Bienvenida señorita —. Escuche la voz de Irina a mis espaldas

— Gracias Irina —.

— ¿Quiere que le haga algo de comer señorita? —. Me detuve, pero mi apetito estaba perdido hasta eso me quitaba Andrés

— No, gracias —. Iba dando la vuelta cuando me detuve de golpe al ver a Héctor parado afuera de la habitación

Escondí rápidamente la botella y volví a tomar postura fingiendo felicidad de verlo.

Me observo, arrugue el ceño al ver que estaba molesto y que me miraba con rabia.

— ¡Mi amor llegaste temprano! —. Hable para relajar las cosas

— ¿Por que fuiste a ver al imbécil de Andrés? —. Grito con rabia

Salte en mi lugar al ver lo molesto que estaba y sin querer tire la botella de tequila, la miro, pero no le tomo importancia.

— ¿Estabas bebiendo? —. Pregunto

— No, apenas la iba a abrir Héctor —.

— Tu solo bebes tequila cuando estas deprimida —. Trague saliva 

Él me conocía perfectamente, a veces pensaba que me conocía más él que yo misma.

— Ahora resulta que por tomar tequila estoy deprimida —. Reproche molesta

— No, pero cuando lo tomas sola es por que estas triste y tu único compañero para desahogarte es el tequila —. Afirmo

— Pero no me cambies de tema Lucia ¿Que estabas haciendo afuera del hospital en el que trabaja Andrés? —. Se acerco a pasos rápidos a mi

Me tomo fuertemente de los antebrazos y me jaloneaba con fuerza.

— ¿Por que? ¡Respóndeme a lo que te estoy preguntado Lucía! —. Mis manos empezaron a temblar de los nervios

Mi pulso se acelero, cuando teníamos peleas así era muy difícil mentirle.

— ¡Por que! ¡Por que! —. Desvíe mi mirada de la él pensando en que decirle para que me creyera

— ¿Por que Lucia? ¿Por que respóndeme? —. Su agarre se fue intensificando

— ¡Hoy salí con Nicolás y me dijo que lo acompañara cerca del hospital en que trabaja Andrés, por que ahí tenía un cliente! ¡Pero cuando íbamos pasando él me vio y se me acerco! ¡Yo le dije que se alejara de mi por que yo solo te amo a ti Héctor! —. Con dificultad puse mis manos en su rostro y lo acaricie

— ¡Si quieres puedes preguntarle a Nicolás, él te puede contar toda la verdad mi amor, pero suéltame por que me haces daño! —. Mis lágrimas mentirosas bajaban por mis mejillas

— ¡Me dijo Ramón que él te vio muy cerca de Andrés, y que sus bocas rozaban para besarse! —. Mis ojos se abrieron como platos, al saber que me mando a vigilarme y que él que me vigilaba era Ramón

— ¡Si, Andrés quiso besarme pero yo me aleje de él para que no pudiera hacerlo! —.

— ¡Por favor creeme mi amor, yo solo te amo a ti! —. Él se mordió los labios frustrado

— ¡Más te vale Lucía, por que no soportaría verte con otro hombre que no sea yo! ¡Y menos con el maldito de Andrés! —. Soltó su agarre y se alejo de mi, salio disparado directo a las escaleras

— ¿A donde vas Héctor? —. Pregunte siguiéndolo por detrás

— ¡Voy a ponerle un hasta aquí al imbécil de Andrés! —. Bajo las escaleras rápidamente y abrió con fuerza la puerta

— ¡Espérate Héctor, no quiero que cometas una tontería! —. Entro a su auto y arrancó a toda velocidad derrapando las llantas

Me pase las manos sobre mi cabello frustrada y preocupada por lo que podía hacerle a Andrés.

MÍA, SÓLO MÍA (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora