MÍA, SÓLO MÍA (+18)

CAPITULO 17✓

                      FLASHBACK

— ¡Tu siempre serás mía, aunque estés con Héctor! —. Me tomo fuertemente de los brazos Andrés

Lo mire con terror y a la vez con alegría, sabia que él aún me amaba y yo a él.

Sus labios se estamparon con los míos, y su lengua entro delicadamente buscando la mía.

Abrí los ojos y él aún los mantenía cerrados, seguí el beso pero algo en mi interior no quería besarlo.

Sus manos se posaron en mi cintura y mis manos se aferraron a sus brazos queriendo detenerlo.

Con sutileza se deshiso de su camisa, me sujeto fuertemente de la cintura y me cargo hasta recargarme en su escritorio.

Nuestros labios seguían juntos, abrí las piernas y deje que el quitara mis bragas.

Jalo bruscamente los botones de mi blusa hasta romperla, su boca abandono la mía y él comenzó a besar con brusquedad mis pechos.

Me quede mirando un punto fijo de la habitación y lo único que podía hacer era acariciarle la cabeza.

— ¿Lo que estoy haciendo esta bien? ¿Por que sus caricias ya no provocan algo en mi? ¿Será que podría ver los golpes de Héctor? ¿O los signos de la violación? ¿O todavía me ama? —. Mil preguntas llegaban a mi cabeza sin respuesta

Escuche que se desabrocho su cinturón y eso atrajo mi vista hacia su pene.

No era como el de Héctor, este era un poco más pequeño, él me tomo de la barbilla, y me sonrió con satisfacción al verme.

Le sonreí y su boca volvió a juntarse con la mía, seguí el beso, y sin que me dijera o prepara me penetro con fuerza, comenzó a entrar y salir.

Sus gemidos inundaban la habitación y yo lo único que podía hacer era mentir...

— ¿Lo sientes? ¡Esto ni Héctor puede hacértelo! ¡Por que aunque vivas con él sigues siendo mía! —. Y siguió con sus embestías

A la mente me llegaron los recuerdos de Héctor siendo dulce y amoroso, de sus tiernos besos en mi boca, mejillas o frente.

O de como tomaba delicadamente mi mano al caminar por la calles, de como se aferraba a mi cintura si se sentía amenazado por otro hombre.

O de la forma en la que me miraba, con un brillo especial que a nadie más le regalaba, de como me daba mi lugar como su esposa.

Pero lo más importante de como me brinda su amor, cariño, comprensión y que a la hora de mostrármelo al hacer el amor siempre procura que los dos lleguemos al orgasmo y me sienta bien.

Pero mis decisiones estaba arruinando su amor hacia mi, una lágrima traicionara bajo por mi mejilla, la limpie rápidamente para que Andrés no se diera cuenta.

Sus dedos se encajaban en mis glúteos lastimándome, sentí un liquido caliente dentro de mi y entonces supe que él ya había terminado.

Salio de mi y comenzó a arreglarse, hice lo mismo, pero al ver mi blusa rota no podría hacer mucho.

Me baje de su escritorio y él se dio la vuelta mirando la ventana, subí mis bragas pero podía sentir la tensión entre los dos.

Me quede parada observando su espalda, y con sutileza me acerque y lo tome de los hombros.

— ¿Ya no te excito? —. Su pregunta me desconcertó

Me aleje de él y él se dio la vuelta mirándome interrogativo.

— ¡Claro que si mí amor! ¿Como preguntas eso? —. Fingí una sonrisa

— ¡Mientes! —. Me tomo fuertemente del antebrazo

— ¡Ahh! —. Un quejido de dolor inundo mi garganta

Lo mire a los ojos y en él sólo podía ver rabia quemar dentro de él.

— ¡No, no mi amor! ¡Sabes que yo solo te amo a ti! —. Trate de acercarme pero fue inútil él no me lo permitió

— ¿Ya amas a Héctor verdad? —. Mis ojos se abrieron como platos y mi corazón latió con fuerza al escuchar su nombre

Me quede callada un par de segundos pensado en si ya lo amaba, pero su jaloneo me distrajo provocando que lo mirara a los ojos.

— ¡Contestame! —. Grito

— ¡No! —. Grite

En su mirada puede ver alivio y soltó su agarre.

— Esta bien te creo, te creo Lucía —.

Tome mi bolso y salí inmediatamente de su consultorio.

Camine por las calles mirando a varias parejas tomadas de la mano o besándose.

Los veía felices, sonreí tristemente al recordar a Héctor en los buenos momentos.

Pero en mis pensamientos llegaron los recuerdos de Andrés y yo juntos con un amor imposible de romper.

— ¿Amo a Héctor o a Andrés? ¿Por que no siento nada al besar a Andrés? ¿Por que sus caricias ya no provocan nada en mi? ¿Es posible que ya estoy enamorada de Héctor? ¿O amo a los dos? —. Preguntas sin respuesta llenaron mis pensamientos