Naruto x Jujutsu Kaisen.
Él era libre de mover las cosas a su antojo. Tanto en los cielos, como en la tierra.
Enemigos, aliados, buenos, malos, maldiciones, humanos. No importaban. Él estaba por su cuenta.
¡Ese era Uzumaki Naruto!
A pesar de aquella venda interponiéndose en el camino, Naruto podía sentir como Gojo lo atravesaba con la mirada.
El ambiente se puso más pesado. Después de todo, aquel par en la habitación, estaba liberando su energía maldita.
El aura que rodeaba a Gojo era de un color oscuro con destellos carmesí y azulados. El aura de Naruto era dorada con destellos blancos, por aquí y por allá.
Tras varios segundos de silencio, Naruto, con sus manos en la cintura, arqueó la espalda hacía atrás.
- Ahhh~ Que reacción tan ligera- se quejo como un niño.
Pakk.
Fue el sonido que se escucho cuando Naruto lanzó un caramelo al aire, para que enseguida cayera dentro de su boca.
- Supongo que sabes que mentia. Después de todo, si hubiese sido verdad...- expreso conectando la mirada con su profesor-. Mi cabeza estaría rodando en el suelo-
- Por supuesto, Uzumaki-kun- río Gojo palmeando el hombro derecho de su estudiante-. Ya estarías muerto-
- Que miedo~
- Sino te apuras llegaras tarde al evento- aconsejo el hechicero más fuerte de todos.
Naruto solo levanto los hombros restándole importancia al asunto, sentándose de vuelta en aquel cómodo futón. Gojo camino hasta la salida, su mano estuvo a punto de hacer contacto con la manija, pero la voz de su estudiante lo detuvo.
- Puede que no sea el traidor, pero...-
Gojo abrió la puerta dándole la espalda a Naruto, sin siquiera voltear a verlo.
- Quiero que recuerdes algo-
Siguiendo el mismo ejemplo, Naruto también ni siquiera volteaba para ver a su maestro.
- Yo soy libre de mover las cosas que quiera- expreso mordiendo la golosina dentro de su boca, partiendola en pedazos-. Tanto en los cielos como en la tierra. Simplemente...- exclamo escuchando la puerta cerrarse-. Lo hago solo para mi-
Del otro lado, en el pasillo, Gojo se recostó en la puerta con una mirada completamente seria.
- Realmente, es un chico problemático- dijo el maestro retomando su camino.
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Dos horas más tarde.
Nobara sentía su ojo izquierdo temblar frente a tal revelación, realmente estaba confundida.
- ¡¿Por qué están todos con las manos vacías?!-
El trío de segundo, y Fushiguro miraban con distintas expresiones a la hechicera.
- La pregunta es: ¿por qué tú trajiste equipaje?- pregunto Panda-senpai.
- ¿Cómo por qué? Vamos a ir a Kyoto, ¿no?- comentó Nobara viendo las caras confundidas de los presentes-. Al evento de intercambio con la filial hermana en Kyoto-
