The Reason Why [Michaeng]

15. Éxtasis

Subieron los escalones y caminaron por los pasillos sin decir palabra alguna, Chaeyoung abrió la puerta y dejó entrar a Mina primero, para después cerrarla y poner seguro. Mantuvo la luz apagada.

—Te ves tan hermosa, Chaeyoung.

—Cada vez me sorprende más lo perfecta que eres, Minari.

La japonesa se acercó con rapidez plantando un beso en los labios de la coreana tomándola del cuello, fue beso largo y lento, pudieron apreciar mejor la suavidad de sus pares. Se separaron para tomar aire.

—Te extrañé tanto —murmuró Mina.

—Y yo a ti —respondió dándole otro beso fugaz.

Mina sonrió y ambas se alejaron poco a poco, Chaeyoung se acercó a la ventana de su habitación, la luz de la luna era lo único que iluminaba el lugar. La japonesa tomó la mano de la menor.

—¿Qué es lo que haremos, Chae?

—Escapar —respondió con seguridad.

—¿Adónde iremos?

—Por el momento, a Seúl.

—Chae, ¿estás segura de que es posible? —preguntó la japonesa pensativa.

—Lo estoy sólo si aceptas acompañarme —respondió mirando sus manos entrelazadas.

—No hay nada que desee más que estar contigo.

La coreana sintió un cosquilleo en su corazón al escuchar esas palabras, era una locura desafiar todo por Mina, pero ahora sabia que la japonesa también estaba dispuesta.

—Namjoon nos ayudará a conseguir los boletos del tren, debemos confiar en él. Bambam nos sugerirá algún hostal donde podamos llegar y pasar la noche. Después pensaremos en dónde establecernos —explicó.

—¿Cuándo lo haremos?

—En dos semanas, le diré a Nam que dijiste que sí y pronto tendremos los boletos.

—¿Pensaste que diría que no? —Chae se ruborizó al escuchar la pregunta.

—Bueno, yo... tenia miedo de confiarme —respondió con timidez.

—¿Creíste que rompería tu corazón?

—Tal vez, estaba preocupada.

—No quiero lastimarte, Chaeyoungie —expresó Mina abrazando a la coreana con fuerza —Jamás lo haría.

Aquel apodo conmovió a la menor, jamás había sentido un abrazo tan honesto como el que le estaba dando Mina. Su mirada se cristalizó, sin poder evitar el revoloteo de su corazón. Correspondió el abrazo, sintiendo como si Mina y ella se unieran en una sola.

—Te amo, Minari.

Los ojos de la japonesa se abrieron en sorpresa, inmóvil ante la honestidad de esas palabras, sonrió abrazando a la coreana con más fuerza.

—Yo también te amo, Chaeyoung.

Chaeyoung sintió algo la primera vez que vio a Mina, en aquel momento no pudo comprender qué era, pero ahora lo sabía, era amor.

El largo abrazo llegó a su fin, la coreana tomó los pómulos de la japonesa entre sus manos, besándola lentamente en la boca. Mina correspondió con el mismo ritmo, sintiendo su corazón acelerarse cada vez más.

El beso era embriagador, las palabras sobraban, aquel contacto expresaba por sí solo los sentimientos de ambas.

La intensidad fue en aumento, Chaeyoung tomó a Mina de sus caderas pegando más sus cuerpos. La coreana acariciaba la tela y el encaje del vestido blanco de la japonesa, con la yema de sus dedos tocaba lentamente, apreciando con delicadeza cada roce de sus cuerpos.