22. Una hermosa novia

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Chaeyoung continuaba en el patio de la mansión, donde vio por última vez partir entre los árboles a Sana y Dahyun. Decidió quedarse ahí por algunos momentos, al aire libre, observando el cielo estrellado.

Tenía una carta en sus manos que ambas jóvenes habían dejado para Jihyo. Todo ocurrió tan rápidamente, que parecía un sueño.

Nadie podía garantizarle que Dahyun y Sana llegarían a salvo a América, o que podrían ser realmente libres. Sólo le quedaba tener fe por ellas.

Escuchó gritos que provenían dentro de su casa. Trató de pararse, su pie aún dolía pero podía caminar un poco.

—¡Chaeyoung! —gritó Jihyo— ¿Qué estás haciendo aquí afuera?

—Quería ver las estrellas, ¿me ayudas? —preguntó alzando los brazos.

—¿Te duele el pie?

—Sí, el maletín de Sana me cayó en el —al terminar de decir aquellas palabras, se arrepintió.

—Esa niña, ¿Dónde está? Se le hará tarde —suspiró mientras la joven se apoyada de ella— Por cierto, ¿Has visto a Dahyun?

Chaeyoung no sabía que responder, aún tenía la carta en las manos.

—Sí, me dijeron que esto es para ti —se atrevió a decir extendiendo la mano para entregarle el papel.

—¿Qué es esto? —preguntó mientras lo tomaba.

—¡Park! ¿En dónde están las sirvientas? —preguntó molesto el señor Son desde la puerta principal— La boda es en unos días y ellas deciden desaparecer.

—Discúlpeme, señor. Aún no las encuentro —dijo mientras escondía la carta entre su ropa.

—Tonterías —bufó molesto.

Jihyo y Chaeyoung atravesaron la puerta principal. Finalmente, la menor se recargó en la pared.

—¿Por qué hay tantos gritos? —preguntó la señora Son bajando los escalones.

—¡Las sirvientas no están!

—Tengo entendido que Minatozaki había renunciado, dijo que volvería a Japón por cuestiones familiares —explicó Nayeon.

—¿Y ya se fue? —preguntó Jaebum con el mismo tono de voz exasperante.

—Así es, la ví marcharse.

Jaebum no estaba enterado de la renuncia de Sana, él no hubiera permitido que se fuera, ella era parte de su coartada para mantener amenazada a Chaeyoung.

—¿En dónde está Kim? —preguntó— Hace días que no la veo.

La menor tragó saliva, ella era la única que sabía la verdad de dónde se encontraba Dahyun. No quería que por su culpa Jihyo enfrentara las consecuencias.

—Ella... —comenzó a hablar la joven mientras buscaba palabras en su mente.

—Kim Dahyun es una ladrona —expresó Nayeon— Ya hace tiempo que sospechaba que ella tomaba mis joyas, pero hoy en la mañana la encontré robandome y la eché sin pensarlo.

—¿La echaste? Debiste consultarme antes —dijo el señor Son— La hubiéramos entregado a las autoridades.

—¿Para qué, Jaebum? Salió huyendo como una rata —dijo con naturalidad— No vale la pena buscar a esa miserable.

Jihyo y Chaeyoung escuchaban sorprendidas. La joven se quedó inmóvil siendo testigo de cómo se madre mentía con naturalidad, encubriendo a la pareja de jóvenes. Por otro lado, se encontraba Jihyo pensando en lo que describía Nayeon. Era lógico que Dahyun jamás sería una ladrona, pero no protestó.

The Reason Why [Michaeng]Where stories live. Discover now