The Reason Why [Michaeng]

Epílogo: My reason to being

1935.

Cinco años habían pasado desde el éxito de la obra pionera de la gran artista Son Chaeyoung. Sharon fue la pintura que hizo que el mundo encontrara el talento de la coreana.

Lo maravilloso de Sharon fue que era una obra de arte que no sólo se encontraba en un lienzo, había alguien que la personificaba, Myoui Mina, el gran amor de Chaeyoung.

Después de haber sido exhibida en París, la pintura rápidamente se volvió un fenómeno artístico. Era difícil de creer que una joven migrante fuera la responsable de tal lienzo.

Chaeyoung no esperaba convertirse en alguien reconocida, sabía que las mujeres no destacaban en tal arte. Se sorprendió a sí misma cuando el público la recibió.

Pronto la menor comenzó a hacer más obras que captaron la atención de las personas: she's my reason, first love y my shine fueron otras pinturas en donde la inspiración siempre fue la misma, Mina.

Las perfectas poses de ballet hicieron que las academias más prestigiosas de dicho arte le ofrecieran a la japonesa formar parte de su alumnado.

Mina estaba cumpliendo su sueño de poder estudiar para convertirse en una bailarina profesional, todo por ser la musa de Chaeyoung.

Se mudaron a París, a una casa pequeña pero elegante y acogedora. Jeongyeon se dedicó a apoyar a las jóvenes y cuidarlas aun con el éxito de ambas. Y ellas se lo agradecieron siempre.

En cuanto a Suwon, al quebrar la fábrica de los Son, la principal fuente textil se volvió la fábrica Myoui, de esta manera Yuta se alejó de la quiebra, convirtiéndose el hombre más poderoso del pueblo.

Jaebum obsesionado por buscar a las jóvenes terminó cumpliendo sus palabras, gastó todo su dinero. Lo último que se supo de él, es que estaba hundido en el alcohol pudiendo limosna a las afueras de la iglesia. Pidiendo perdón a su hijo Jinyoung.

Jihyo se convirtió en la jefa de sirvientas del señor Myoui, ambos se volvieron unidos y enviaban cartas a las jóvenes cada mes.

Un día que aparentaba ser común, llegó una carta a la casa de la pareja. Jeongyeon la recibió extrañada, no reconocía los nombres del remitente.

—¿Dah...? ¿Sana y Dah...? —trató de leer torpemente.

Mina y Chaeyoung se miraron con entusiasmo.

—¿Sana y Dahyun? —preguntó la coreana poniéndose de pie rápidamente.

—Así es.

—No puedo creerlo, Chaeng —dijo Mina al borde del llanto— Rápido, léela.

Queridas Mina y Chaeyoung.

Pasamos todos estos años preocupadas al no saber qué hizo el destino con ustedes. Pero, nos alegra saber que fue gentil. Lograron escapar de aquel infierno, y aún mejor, están juntas y siendo exitosas.

Gracias a los periódicos logramos saber de ustedes, y después de investigar arduamente, encontramos su dirección.

La búsqueda valió la pena, ahora podemos escribirles. Esperamos que no se hayan olvidado de nosotras, ya que jamás perderíamos de la memoria el nombre de Son Chaeyoung, la valiente joven que nos permitió vivir nuestra historia de amor.

Actualmente vivimos en California, desde nuestra llegada a América hemos permanecido en este lugar. Es agradable, poco después de llegar con la señora y el joven Kim, la prometida de este nos consiguió empleo como sirvientas de una vieja anciana.