03. Follar, matar o casar

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ChanYeol dejó que BaekHyun hiciera lo que quisiera con él siempre.

A lo largo de los años de amistad, se acostumbró a casi todo.

Él estaba ahí cuando BaekHyun estaba luchando pagar el alquiler de la universidad y estaba buscando un Sugar Daddy, o eso había buscado en internet, porque no quería un compañero de cuarto.

ChanYeol vivió la obsesión de BaekHyun por los hombres morenos y luego por los hombres que se depilaban el cuerpo completo. Esta obsesión pasó rápidamente cuando se dio cuenta de que amaba la piel suave de ChanYeol con bellos en ciertas partes de su cuerpo.

Park dejó que Byun experimentara con su cuerpo, que cumpliera todas las fantasías sexuales que se le ocurrieran. Desde la semana de sexo con comida hasta sexo tántrico porque quería ser fiel a ese chico torpe que tenía como novio, que quería llegar virgen al matrimonio.

Y en cierto modo, ChanYeol le permitía todo a BaekHyun, a excepción de una cosa.

Citas a Ciegas.

Había una regla que ChanYeol hizo y que BaekHyun nunca rompía. Todas las citas a ciegas que programaba tenían que ser en su bar y en el turno que estaba trabajando.

Incluso cuando tenía más de veinte años, BaekHyun todavía era un hombre joven y delgado que podía —al menos era eso lo que ChanYeol creía— ser fácilmente robado.

Así es como esa noche especial de viernes, BaekHyun estaba completamente borracho y a punto de dormirse en un taburete de la barra.

—¿Qué le sucedió? —JongIn, uno de los empleados de ChanYeol, le preguntó a su jefe cuando lo vio limpiar cuidadosamente la saliva de BaekHyun que mojaba su cara.

Park soltó una risita—. Tenía una cita a ciegas con lo que pensó sería un hombre de negocios exitoso, de treinta y dos años.

JongIn se rio—. Déjame adivinar, ¿Resultó tener más de cincuenta?

—Más de sesenta.

Ambos hombres comenzaron a reír, haciendo que BaekHyun dejara escapar un fuerte gruñido.

—¿Necesitas que te lleve a tu casa? —ChanYeol le preguntó a su empleado.

—Nah, puedo tomar el autobús.

—Kim, vives a cinco minutos de mi casa. Puedo llevarte. Además, puedes ayudarme a llevar a este chico borracho a su casa.

JongIn finalmente estuvo de acuerdo. Eran más de las cinco de la madrugada, después de todo.

Después de que finalmente lograron llevar a BaekHyun al auto, tuvieron que detenerse unas cuantas veces pensando que estaba murmurando la palabra queso o quizás huesos.

Fue el tercer intento de dejarlo vomitar antes de que JongIn juntara las piezas.

—Yeol, creo que está tratando de decir beso, no queso.

Los labios de Park se curvaron en una pequeña sonrisa y presionó un beso en la mejilla de Byun, lo que hizo que el chico borracho sonriera feliz y se acomodara en el asiento trasero una vez más.

—¿Cómo se conocieron ustedes dos? Quiero decir, si no le molesta decírmelo, escuché a JunMyeon hablar sobre ustedes dos y nunca pude entender realmente cómo sucedió.

ChanYeol suspiró cuando por fin se puso el cinturón de seguridad, comprobando dos veces que BaekHyun estuviera durmiendo en el asiento trasero, antes de encender el auto y moverse.

—¿Quieres la historia larga o la corta?

—Tenemos tiempo.

A ChanYeol le gustaba vincularse con sus trabajadores, quería ser el jefe genial y no le importaba compartir su vida personal con otras personas. Nunca había compartido su historia con BaekHyun, pero estaba seguro de que sería divertido contarla.

—Creo que tenía quince años, íbamos al mismo colegio y, dado que tengo dos años más que él, apenas nos habíamos visto en los pasillos y eso.

Park sonrió ante el recuerdo mientras conducía a través de la ciudad vacía.

—Un fin de semana, uno de sus hermanos mayores lo llevó a la fiesta en la casa de un amigo. Acababa de terminar mis clases y decidí ir y tal vez bailar un poco, luego llevar a todos mis amigos borrachos a sus casas porque yo no estaba bebiendo en esa época. Era el capitán del equipo de básquetbol y quería dar el ejemplo —JongIn lo miraba atento.

—Después de diez o cinco minutos de estar ahí, necesitaba usar el baño y así es como lo encontré —le señaló a BaekHyun—, sentado en el suelo, probablemente tan borracho como ahora. Le pregunté qué pasaba y él empezó a llorar más fuerte. En serio, normalmente, no soy tan amable con las personas que apenas conozco, pero parecía tan roto. Estaba seguro de que algo horrible le había sucedido.

—¿Qué le sucedió?

ChanYeol se rio. La habilidad de Park para contar historias no era broma, dejó que la anticipación creciera y no le dio la oportunidad a su menor de pensar que la historia no era la gran cosa, sino una simple historia tonta.

—Después de obligarlo a beber tres vasos de agua, finalmente me dijo entre llantos lo que había sucedido. Estaban jugando un juego estúpido de beber cerveza y alguien comenzó el juego de Follar, matar y casar y nadie lo eligió para follar. Ahora, por supuesto, cuando lo vi llorar por esa tontería comencé a reír, pero eso solo lo hizo llorar más. Todo lo que quería era calmarlo, así que le prometí que jugaría ese estúpido juego y eligiría follarlo.

—¿Y entonces qué?

—Jugué el juego y elegí follarlo. Él se quedó conmigo toda la noche y lo llevé a su casa. Fin de la historia.

El menor obviamente estaba decepcionado por cómo terminó la historia. Se despidió de ChanYeol y le sonrió a BaekHyun, que parecía que estaba durmiendo antes de salir del automóvil.

—Mentiroso —Byun murmuró tan pronto como estuvieron solos.

—¿Qué dijiste? —el alto sonrió.

—No había una historia después de que me llevaras a casa.

—Fue el fin por esa noche, además, no mentí, digamos que solo omití una parte.

BaekHyun sonrió, sus ojos aún cerrados.

—Sí, estoy seguro que se sorprendería al saber que me follaste al día siguiente.

—Dije que lo haría, ¿No?

Una cita para mi follamigo | ChanBaekWhere stories live. Discover now