023. No me gusta tanto

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—Juro por dios que me iré si esa pasta no está bien hecha.

BaekHyun suspiró y volvió a poner la olla en la estufa.

—Se llama al dente y estamos en tu casa, ¿A dónde irías?

—A algún lugar donde aprecien la pasta suave y la salsa extra.

—Hice suficiente salsa como para comerla una semana entera.

BaekHyun intentó razonar con ChanYeol, pero el pelirrojo no confiaba en nadie cuando se trataba de pasta.

—Lo creeré cuando la vea.

—Solo comprueba si la pasta está cocinada suficiente para ti, tengo hambre.

—Bien —dijo ChanYeol mientras repasaba en su mente su plan para sobrealimentar a BaekHyun y con suerte no sentir sus huesos cuando se abrazaran por la noche.

Durante años abrazarse fue su mayor problema. BaekHyun entendió los límites del alto, hizo demasiadas preguntas sobre ello para el gusto de ChanYeol.

Solo se tomaban de las manos cuando alguien molestaba a ChanYeol o lo hacía sentir incómodo. O cuando alguien llamaba a BaekHyun por un nombre ofensivo y ChanYeol en señal de apoyo los golpeaba para demostrarle que no debían meterse con el tipo castaño.

Los abrazos estaban bien cuando BaekHyun no estaba demasiado pegajoso y Park estaba borracho. Los besos estaban prohibidos en absoluto en público y también cuando BaekHyun insistía que quería besos, pero nada de sexo. Eso ponía incómodo a ChanYeol de cierto modo.

Con los años, BaekHyun, con lo bastardo astuto que es, encontró bucles y agujeros en todas esas normas. BaekHyun le susurraba promesas sucias a ChanYeol cuando se besaban y lo hacían parecer un juego previo. Pero solo era para robarle besos en cualquier situación.

El problema de las caricias desapareció cuando ChanYeol descubrió que BaekHyun siempre estaba caliente y que él siempre tenía frío. A BaekHyun no le importó que lo usara como su calentador personal.

—¿Cuánto queso parmesano quieres?

—¿Cuánto te gusta mi pene?

—¿No podrías dejar de actuar cachondo por unos segundos?

—No —Byun sonrió.

Tomaron sus platos y se mudaron frente al televisor donde The Office se estaba reproduciendo. ChanYeol observó cuidadosamente mientras BaekHyun se se metía la comida a la boca.

—Deja de mirarme —murmuró el bajito con un bocado de pasta cocida.

—Solo me aseguro de que comas toda la pasta, porque de lo contrario, te las verás conmigo.

—Eres estúpido.

Comieron en silencio alrededor de un minuto hasta que el pelirrojo presionó sus dedos fríos sobre el muslo de BaekHyun.

—Habla.

—Me encanta la salsa extra, no la obtendrás.

ChanYeol frunció el ceño y esta vez lo pateó.

—Solo déjame comer en paz.…

—Baek...

—No me gusta tanto, ¿Está bien? —Byun escupió.

Él no parecía enojado, solo cansado. ChanYeol asintió pero mantuvo la boca cerrada.

—Yo solo… hice un plan, hice grandes cosas. Conocí a un chico, él fue amable y luego le conté a todos sobre él. Luego vino la segunda cita y me dio todos esos comentarios groseros y yo creí que lo decía por mi madre, pero luego mi madre y tú señalan cuan delgado me veo. Incluso la peluquera de SeHun me dio una charla sobre cómo nadie es digno de ella si no les gusta su cuerpo rellenito. Y sé que SeHun le dijo que hiciera, pero en ese punto me di cuenta que no hay nada malo en mí o en mi cuerpo. Así que me volví demasiado optimista de nuevo.

—¿Qué pasó ayer?

BaekHyun se mordió el labio, siguió mirando su plato en lugar de ChanYeol.

—Me felicitó por mi cuerpo y le dije que había perdido peso a causa de un resfriado y que no pude volver a esperar para comer carbohidratos.

—¿Qué fue lo que dijo él? —el alto sabía que BaekHyun dejaría de hablar si él no lo alentaba.

—Que ambos sabíamos que una ensalada era una opción más inteligente.

—Sí, una ensalada de pasta con queso extra.

BaekHyun sonrió y se metió otro bocado lleno de comida a la boca.

—Cuando compré el bar… prácticamente se estaba cayendo a pedazos… hice un gran plan sobre que iba a ganar algo de dinero y luego lo cerraría y lo renovaría por completo. Pero sabes tan bien como yo que le hice más daño a mi cuenta bancaria al tenerlo abierto como estaba.

—Me encanta como comparas tu bar y tu situación financiera con mi corazón.

—Mientras obtengas lo que quiero decir, lo compraré con mi pene si quieres.

—Por favor no —el bajo sonrió.

—¿Qué hiciste luego? —Park preguntó cuando BaekHyun terminó su plato de pasta demasiado saludable, pero deliciosa.

—Pedí pizza.

—Ese es mi chico.

La sonrisa en la cara del alto hizo reír al pálido.

—¿Cómo reaccionó?

BaekHyun terminó su segundo plato y dejó escapar un suspiro de satisfacción cuando ChanYeol comenzó a acariciar su cabello. La mitad de la razón detrás de esa acción era que quería que BaekHyun le contara todos los detalles, la mitad de su persona era su buen amigo. La otra mitad era el tipo con el que amaba tener sexo cada noche.

—Lo ignoró. Pero luego actuó con frialdad y luego hizo un comentario sobre que elegiría un menú la próxima cita. Y me di cuenta que no quería la quinta cita, y ni acostarme con él. Ni siquiera confío lo suficiente en él como para que siquiera meta su mano en mi camisa.

Finalmente, BaekHyun miró a ChanYeol a los ojos.

—Pero no le dije nada. No lo terminé por qué necesito tu consejo. Quiero hacerlo en persona, pero no tengo ni idea de que decir.

—¿De verdad?

El hombre castaño rodó los ojos—. Gracioso.

—Bueno, escuché que posees una cierta lista de mis increíbles consejos y que modificaste para este tipo de caso —ChanYeol comenzó con una sonrisa en sus labios.

Byun sonrió al instante—. ¿Cómo sabes eso?

—JunMyeon.

—Uh —el bajito parecía estar satisfecho con la respuesta.

—¿Quién más podría haberme dicho? —el alto cuestionó.

—Nadie…

—Bebé…

BaekHyun miró cuidadosamente a ChanYeol —Hice algunas nuevas copias.

—¿Estás vendiendo mis consejos de amor? —ChanYeol casi se atragantó con su bebida por la risa.

—Negociándolos.

—Espera. ¿Se lo diste a JongIn? Lo escuché hablar con un chico que estaba llorando hace un momento. El chico le decía que era un mentiroso por decirle que había perdido su número y que solo estaba jugando con él.

—SeulGi se lo dio a JongIn.

—Eres increíble, Byun. Quiero mis ganancias en esto, de todas formas estás vendiendo mis consejos aunque los hayas modificado.

—Por supuesto —BaekHyun soltó una risita —. Recibirás bebidas gratis en tu bar la próxima vez.

—Bueno, siempre y cuando haya algo bueno ahí y me digas que ya no verás a ese idiota.

—Eso es seguro —el hombre más joven confirmó—. Lo veré mañana en su lugar de trabajo para cancelar la cita y… todo.

—No seas demasiado amable.

—Oh, créeme que no lo haré.

Una cita para mi follamigo | ChanBaekWhere stories live. Discover now