Capítulo uno

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Zabdiel lleva seis meses de noviazgo con Alexia, ambos pensaban que eran almas gemelas pero aún no podían ver colores, realmente les parecía extraño.

A pesar de eso ninguno quiso terminar la relación, con el tiempo verían colores, estaban convencidos de ello.

—Entonces Nadia dijo que sería buena idea realizar una fiesta el próximo fin de semana—Zabdiel asentía a lo que decía su novia, había conocido a Alexia en una fiesta organizada por Erick, había quedado flechazo por la rubia apenas la había visto—. Zab, ¿te preocupa que aún no veamos colores?

—No, con el tiempo vamos a verlos, no te preocupes—acaricio tiernamente su mejilla y le sonrio, tomo su mano y caminaron a su siguiente clase. Alexia se acercó a Nadia y Zabdiel a Erick, charlando un poco antes de que empezara su clase.

El profesor entro al salón minutos después y cada uno fue a su asiento. Horas más tarde los cuatro amigos estaban saliendo del instituto, charlando sobre temas triviales.

El ojiverde se detuvo de repente, haciendo que sus amigos hicieran lo mismo. Observaron como el cubano corría y abrazaba a Joel, porque si Joel y Erick eran almas gemelas.

Observando como la pareja se mimaba sonrieron, Erick era muy feliz con el rizado. Se acercaron lentamente y saludaron al mexicano, todos continuaron caminando hasta una pequeña heladería.

Los tres chicos fueron a pedir los helados mientras las chicas buscaban una mesa para los cinco.

—Espero poder ver los colores pronto.

—Tranquila Alexia, en algún momento vas a verlos.

—Eso espero, solo nosotros no podemos verlos—suspiro triste—. ¿Que tal si Zab no es mi alma gemela?

—No te precipites, en algún momento van a verlos—. La rubia no habló más y los tres chicos llegaron a la mesa, Zabdiel le entregó su helado a Alexia y Erick a Nadia, mientras Joel compartía uno con el cubano.

El rizado no sentía celos de Nadia, sabía que eran buenos amigos con Erick además la pelinegra no veía a Erick de esa forma. Miro a Zabdiel y observo como reia junto a su novia, por lo que había hablado con su novio, ellos aún no podía ver colores, lo cual le parecía extraño. Apenas había cruzado miradas con Erick ambos habían visto colores y Joel había descubierto que su nuevo color favorito era el verde que tenía el cubano en sus ojos.

—¿Joey?

El rizado observo a su novio atentamente—. ¿Que pasa bebé?

—Nadia y Alexia se estan despidiendo—el cubano señaló a sus amigas. Joel le dio una sonrisa apenada, y se despidió de ellas.

Los tres amigos se quedaron unas horas más en la heladería.

(...)

—¡Christopher!

—Rich, ya te dije que no es necesario que grites.

—No me estas escuchando Chris.

—Si lo estoy haciendo—ambos caminaban hacia la cafetería de su instituto.

—¿Que te estaba contando?

—Que encontraste a tu alma gemela y se llama Riki.

—Te odio a veces—el castaño sonrio divertido—. ¿Que te preocupa?

—Nada—tomo una bandeja y comenzo a poner comida en ella, realmente tenía hambre.

—Chris, nos conocemos desde bebés—con su bandeja llena, busco una mesa y observo al resto de sus amigos en una, camino hasta allí con el castaño detrás suyo. Se sentaron y sus amigos solo les dieron una mirada y continuarán comiendo—. ¿Que te sucede?

—Rich ya te dije que no me sucede nada—el castaño comenzó a comer.

—¿Que pasa con Chris?—Yoandri se unió a su conversación.

—No tengo nada, solo quiero comer.

—Chris, todos sabemos cuando algo te sucede, no trajiste postre así que voy a deducir que estás triste— los tres chicos observaron a Ester, se había unido al grupo no hace más de dos meses, era de la altura de Yoandri, bonitos ojos cafés y cabello castaño.

—¿Analizas a Christopher hoy?

—No lo hago Rich, ya es algo obvio—continuo con la lectura de su libro, levantando la mirada observo a sus amigos mirarla—. ¿Qué?

—¿Sabes lo que le pasa a Chris?

—No, solo sé que esta triste.

Ahora todos dirigieron su mirada al ecuatoriano—. Ester acertó estoy triste.

—¿Por qué?

—¿Que tal si no tengo alma gemela?

—Chris, todos tenemos un alma gemela, en cualquier momento va a aparecer.

—Ester tiene razón Chris, además él único que encontró a su alma gemela es Richard.

El castaño asintió, él realmente esperaba que su alma gemela fuera alguien bueno, que sintiera el mundo detenerse cuando se encontraran. Tenia grandes esperanzas de encontrar a la persona que haría que su mundo se pintara de colores.

Horas más tarde, el castaño se encontraba caminando hacia su casa, pasando por un pequeño parque observó a los niños jugar y sonrió, se sentó en un banco y comenzó a leer el libro que le había recomendado Ester.

Observo su celular y el tiempo había pasado bastante rápido. Guardando sus cosas rápidamente, se levantó y chocó con alguien, levantando su mirada lentamente pudo observar el color café de los ojos del chico al que había chocado. ¿Acaso él era su alma gemela?

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Dedicado a: __techi__

¿Les gusto?

Pd: mi internet está bastante lento :(

¿Entonces Tú...?Where stories live. Discover now