Capítulo treinta y uno

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Noemí se encontraba terminando de preparar la cena para recibir a sus invitados.

—Mamá ¿por qué tengo que verme bien para recibir al novio de Lu?—Zabdiel entro a la cocina con una cara fastidiada.

—Porque si Zabdiel—Noemí continuo con la cena y el rubio bufo molesto. Salió de la cocina y observo a su papá viendo un partido de fútbol, se sentó junto a él y le sonrió.

—No voy a convencer a tu mamá para que te cambies Zabdiel—el menor de los de Jesús se cruzo de brazos—. Solo es una cena, unas horas y luego sos libre para irte con Erick.

—Gracias papá—Charlie sonrió y continuó viendo su partido. Lu bajo las escaleras y todos la miraron.

—¿Qué?

—Estás preciosa cariño—la castaña le sonrió a su mamá, muy pocas veces acostumbraba a usar vestidos.

—Santi va a llegar en cualquier momento—Noemí volvió a la cocina y Lu fue a ayudarla llevando con ella a su hermano menor.

El boricua llevó los platos y Charlie fue en busca de los vasos mientras las mujeres charlaban en la cocina.

El timbre sonó y Lu camino nerviosa hasta la puerta, respiro profundamente y la abrió.

—Hola Lu—la castaña sonrió.

—Hola Santi—el pelinegro extendió el ramo de rosas y la puertorriqueña lo aceptó—. Gracias, no era necesario.

—Sabes que siempre te traigo flores cada vez que nos vemos—Lu asintió y se corrió dejando pasar a su novio.

Santiago observo lo bien decorada que estaba la casa de su novia, miro la pared llena de fotografías de la familia. Sonrio enternecido al ver una de Lu cuando era pequeña.

—¿Y Oli?—susurró.

—Con Christopher, él propuso ser su niñero—sonrió al recordar la carita de felicidad de su pequeña—. Le encantó la idea de pasar más tiempo con su príncipe.

Lu sonrió, ambos caminaron hasta el comedor donde el resto de la familia de Jesús los estaba esperando.

Santiago se sintió intimidado por la mirada del padre y del hermano de su novia. Había visto a Zabdiel unos días antes pero el rubio no lo había visto a él.

Haciendo las presentaciones correspondientes se sentaron a la mesa. Comenzaron una charla trivial, Noemí le sonrió a la pareja.

—Entonces se conocieron el en trabajo, ¿verdad?

—Si señor.

—Papá ya te conté la historia un millón de veces, no hace falta que Santi la cuente.

—Bien, ¿cuáles son tus intenciones con mi pequeña?

—¡Papá!—Zabdiel río al ver la cara roja de su hermana, sabía que su papá sería bastante "intimidante" con Santiago.

—Ella es mi alma gemela señor, espero en un futuro poder casarnos y formar una familia.

—Buena respuesta muchacho—Charlie le sonrió por primera vez en toda la noche al pelinegro y Santiago pudo sentirse más tranquilo. Ahora necesitaba que Zabdiel lo aceptara, sabía que el pequeño hermano de su novia era muy importante en su vida.

—Entonces Zabdiel, ¿te gusta el fútbol?

—No, soy más fan del beísbol o del baloncesto—Santiago asintió y volvió la vista a su plato. Lu tomo su mano y entrelazo sus dedos, le dio una sonrisa y dejo un beso en su mejilla.

¿Entonces Tú...?Where stories live. Discover now