Epílogo

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Zabdiel bajo del avión y fue en busca de su equipaje seguramente Erick y Joel lo estaban esperando.

El boricua ubicó su maleta y la tomó, camino hasta la salida del aeropuerto pero no observó a sus amigos por ningún lado.

—Hey Zab—el rubio miro a su hermana y sonrió.

—¡Lu!—la castaña se acercó y abrazo a su pequeño hermano, que ya no era tan pequeño.

—¿Cómo sabias?

—Erick me lo dijo, no puedo creer que estés aquí—el rubio sonrió—. Ya pasaron 5 años desde que te fuiste.

—Lo sé, Londres es como mi segundo hogar pero ya era tiempo de volver.

Lu ayudo a Zabdiel a cargar sus maletas al auto y la castaña condujo hasta casa.

—Ellos no lo saben, así que yo voy a entrar primero—el rubio asintió, bajaron del auto y la castaña ingresó a la casa.

—¿Lu dónde estabas?

—Tenía que ir por alguien—Noemí y Charlie se miraron confundidos, Zabdiel ingresó a la casa y ambos se acercaron a abrazarlo.

—¡Mi bebé! Estás en casa nuevamente—el boricua sonrió ante las palabras de su mamá, su papá lo abrazó fuertemente.

—Yo también los extrañé mucho.

—Nuestro pequeño niño ya es un hombre—Noemí sonrio ante las palabras de su esposo.

—¿Y qué tal Londres?—Zabdiel comenzó a contarle a sus papás sobre sus aventuras en Londres.

—¿Por qué no te quedaste?

—Los extrañaba mucho y me pareció una buena idea unirme a buffett de abogados aquí, además Londres no es muy bonito a blanco y negro—todos asintieron y el rubio subió las escaleras hacia su cuarto.

(...)

—¡Christopher!—el castaño se exaltó al escuchar el grito de Yoandri.

—¿Qué?

—Tenemos que ir a clases—el ecuatoriano bufó y se levantó de la cama.

Yoandri se había mudado con ellos hace unas semanas, los papás del pelinegro no habían aceptado a Johann como alma gemela de su hijo y lo corrieron de su casa.

Christopher inmediatamente habló con sus papás y desde entonces Yoandri es su dolor de cabeza.

Se vistió rápidamente y bajo las escaleras, se despidió de su mamá y se dirigió a la universidad junto al cubano.

Comenzaron una charla trivial hasta que llegaron a la universidad. Observaron a varios chicos juntos y eso les dio curiosidad, ambos se acercaron pero la gente ya comenzaba a dispersarse.

Le restaron importancia y fueron hasta su salón, se sentaron juntos y el pelinegro escuchó como Sara y sus amigas hablaban.

—Yo creo que va a ser nuestro profesor.

—No parece profesor, se ve muy serio.

—Tal vez es modelo, nuestra clase va a estar interesante—Yoandri bufo, esas chicas nunca daban buena información.

Sebastián se acercó a ellos y los saludó con una sonrisa.

—Hey Sebas.

—Hola chicos—se sento delante de ellos—. ¿Escucharon el nuevo rumor?

Ambos negaron, Sebastián sabía todo lo que pasaba en la universidad por el simple hecho de ser familiar del director.

—Todas las chicas se quedaron encantadas con un chico que al parecer va a ser nuestro nuevo profesor.

¿Entonces Tú...?Where stories live. Discover now