Capítulo diecisiete

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Al fin la Navidad había llegado, Chris se encontraba terminando de decorar la cabaña donde pasarían nochebuena.

Desde hace días que no ve a Jonathan, al volver a su casa le contó a sus papás lo sucedido por lo que los Vélez habían decidido pasar nochebuena en una cabaña que tenían afuera de la ciudad.

El castaño le informó a Zabdiel sobre el cambio de lugar y el rubio les había contestado que no había problema alguno.

—Chris, podes ir a ducharte y cambiarte antes de que vengan los de Jesús—el ecuatoriano asintio ante lo dicho por su madre. Rápidamente corrió hasta uno de los cuartos de la cabaña y tomó una toalla y su ropa e ingresó a la ducha.

Minutos después se encontraba peinandose, tocaron la puerta y su papá ingresó y le sonrió.

—Ya están por llegar los invitados Chris, tu mamá dice que te apures—el castaño asintió y salió del baño junto con su padre y se dirigieron hacia la sala.

Su mamá les sonrió y en ese momento el timbre fue tocado. Christopher se adelantó y abrió la puerta encontrándose con la familia de Jesús. Sonriendole a todos los invito a pasar.

Zabdiel fue el último en ingresar y besó lentamente al castaño.

—Estas hermoso bebé—Christopher se sonrojo, solo tenía puesto una camisa blanca y un pantalón negro. Observo a su novio y estaba todo vestido de negro, mordió su labio porque realmente se veía muy guapo.

—Gracias Zabdi, vos también estás muy guapo—el rubio sonrió y tomo la mano del castaño, caminaron juntos hasta el comedor donde sus familias hablaban animadamente.

—Creimos que íbamos a tener que esperar una eternidad—ambos jóvenes se sonrojaron y Zabdiel le dio una mala mirada a su hermana, Lu río seguida de los adultos.

Cada uno tomó asiento y comenzaron a cenar, entre risas y anécdotas de Christopher y Zabdiel cuando eran pequeños.

Antes de que dieran las doce, Lu se acercó a la pareja y colocó muérdago sobre ellos. Zabdiel río y Christopher solo se sonrojo, el rubio lo tomo de la cintura y junto sus labios en un pequeño beso.

La castaña sonrió porque había cumplido con su objetivo, avergonzar a su hermanito. Minutos después comenzaron a escuchar fuegos artificiales, Lu fue por su copa y todos brindaron.

—Feliz navidad amor.

—Feliz navidad pequeño—el rubio choco su copa con la de novio y sonrieron—. Que sea la primera de muchas navidades juntos—eso gano un suspiro por parte de las mujeres y un beso por parte del ecuatoriano.

—Son tan cursis—Zabdiel le sacó la lengua a su hermana mayor y ésta río. El celular del rubio sonó y se separó de su novio y atendió la llamada.

Christopher hizo un pequeño puchero, ya se había acostumbrado a tener a Zabdiel cerca de él todo el tiempo.

—Tranquilo va a volver, solo es Alexia.

—¿Alexia?

—Si, ellos tienen la costumbre de llamarse luego de pasada la medianoche, es su tradición—el castaño asintió y le dio un sorbo a su copa observando como el rubio sonreía en el teléfono.

—Chris, hijo porque no le mostras el cuarto a nuestros invitados—el castaño asintió y guió a los papás de Zabdiel a uno de los cuartos, ambos adultos le agradecieron a Christopher. El ecuatoriano les sonrió y les deseo buenas noches. Volvió a la cocina y observo a Zabdiel y a Lu ayudar a sus papás a limpiar.

—Mamá, papá pueden ir a descansar yo puedo terminar—ambos adultos iban a negarse hasta que Lu hablo.

—Chris tiene razón señores Vélez, nosotros podemos terminar—el matrimonio asintió y se despidieron de ellos, Yenny dejo un beso en el cabello de Christopher y se fue junto a su esposo.

¿Entonces Tú...?Where stories live. Discover now