[⭐] La heroína.

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Género: Drama & Romance.
Temática: Pro-Hero!Yosetsu & Doctor!Momo.
Palabras: 4213.
Idea suelta.
Two-shot's
Segunda parte.

[⭐]

Yosetsu abrió los ojos, la luz de la habitación lastimó sus ojos así que volvió a cerrarlos enseguida. Sentía mucho cansancio en su cuerpo, y tenía una jaqueca que apenas le dejaba pensar.

Joder ¿Qué era lo que había pasado?

Estaban en el hospital, sí.

Era la penúltima consulta de la quemadura de su hermana.

Estaban jugando al veo veo.

La doctora bonita estaba a punto de darles el alta una vez más.

Luego un sujeto entró, una bomba, los tres escondidos tras la camilla, extintores, otro sujeto, Yoshimi era una rehén.

Yoshimi estaba siendo apuntada con un arma.

Disparos.

—¡Yoshimi! —Más allá de un grito sonó como un jadeo sumamente alterado, Yosetsu se sentó sobre la cama y se arrepintió enseguida al sentir un gran dolor provenir de su abdomen. Bajó la vista, siseando de dolor, pudo notar que su torso estaba envuelto en un par de vendas con manchas de sangre que se extendían con rapidez.

-Oh, está despierto. -Una enfermera, hablo con voz suave, antes de mirar en la misma dirección que él, cambiando su tono enseguida. -¡Volvió a abrirse las heridas! Héroe Welder, quédese quieto por favor. Traeré a la doctora enseguida.

La enfermera salió con la misma rapidez que entró, ni siquiera le dió tiempo de preguntar qué había sucedido luego.

Disparos y luego un golpe.

Recordaba el sonido de algo cayendo con fuerza al suelo, no podía asegurar si era el sonido de su propio cuerpo al caer o de algo más.

Y aunque el temor reptaba en su interior, instalándose en su garganta con ganas de doblarlo y hacerlo llorar, aún no se lo iba a permitir. No estaba seguro de nada, pero aunque la ansiedad lo hiciera pensar lo contrario aún habían muchas posibilidades de que su hermana se encuentre bien.

—Awase-San recuestese en la cama. Sus heridas volvieron a abrirse una vez más. —El nombrado reconoció la voz, la doctora que los había ayudado en su plan sumamente arriesgado entró con su porte elegante, mientras se acomodaba los guantes de látex en las manos.

El de ojos grises se mantuvo en su lugar viéndola con fijeza. Ella estaba bien. Cuando la doctora se acercó, tomándolo de los hombros para recostarlo en la cama, él le tomó las manos, levantando la vista. El gris de luna y el negro de la noche chocando por más tiempo que nunca, sin una pizca de profesionalismo de ninguno. Una mirada que solo aquellos que viven una experiencia de tal magnitud juntos pueden compartir, comprendiendo por completo las emociones del otro.

—Mi hermana, ¿Cómo está ella? —La doctora dió un respingo al escuchar su voz profunda y rasposa por las horas sin usar. —¿Qué fue lo que sucedió?

—Su hermana se encuentra bien, Welder-San. Está descansando en su habitación, tuvimos que suturar la herida en su cabeza pero no sufrió nada más aparte de una ligera contusión. —respondió, y el de ojos grises se sintió respirar con verdadero alivio al saberlo. La doctora procedió a quitar las vendas para empezar a limpiarlas una vez más.

—Lamento haber actuado de forma imprudente, y haberla dejado sola en la situación. No recuerdo del todo lo que pasó, lo cual indica que caí inconsciente y no pude ayudarla.

AwaMomo Zone.Where stories live. Discover now