[🌙] Un amor como el suyo.

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Género: Romance & Fluff.
Temática:Universo Canon.
Palabras: 999
Idea suelta.

[🌙]

La cucharada de helado se derrite con lentitud, en cuanto entra en contacto con los labios de la morena, y ella sonríe disfrutando del sabor dulce.

Yosetsu se queda quieto, con la vista fija en sus movimientos y cambiando la dirección de sus ojos en cuanto cree que ella puede descubrirlo.

Era una cita, tal vez muy sencilla para ser llamada cita, pero ambos están bien haciendo cosas sin demasiada planeación de antemano.

A veces solo salían, irían a alguna cafetería conocida por ellos, o recomendada por alguien más. Tal vez irían a ver una película, o a alguna librería, tal vez irían a un museo apreciando las exhibiciones o irían a las tiendas a curiosear por ahí.

Casi nunca habían planes detrás, solo salir y ver qué podrían hacer. A veces solo caminaban, sin rumbo hasta encontrar algo interesante que hacer, y si no encontraban nada conversando hasta que llegara la hora de volver a la academia.

En esta ocasión, habían ido a una heladería porque Kuroiro y Kinoko habían dicho que era realmente buena, y tenían razón, Awase había terminado con rapidez su copa, y ahora no tenía nada más que contemplar a la morena sentada delante de él esperando a que terminara.

Aunque no se quejaba ni un poco, le gustaba observar a Momo, y aprender. Qué la hacía felíz, qué le molestaba, lo que la hacía reír, entristecer y demás. Ella era un universo en sí mismo, y tenía un montón de estrellas que descubrir.

Momo levantó la vista, y Yosetsu desvío la suya, mirando más allá de ella donde un par de ancianos caminaban juntos hasta sentarse en una mesa, no muy lejana a la suya. El señor ayudó a la señora a sentarse, para luego tomar asiento a su lado, ambos sonrieron, y al poco tiempo llegó una copa grande de helado que ambos empezaron a compartir. El azabache sonrió, era una escena muy linda, y parecían un amor que había pasado un montón de tiempo y adversidades para vivir felices a plenitud, aunque no eran más que suposiciones de su parte.

Momo lo vió sonreír, y siguió el camino de sus ojos, hasta llegar al mismo punto.

—Su amor es muy lindo ¿No crees? —comentó la de ojos oscuros, sonriendo al tomar la última cucharada de su helado.

—Es muy bonito, ambos se ven muy felices de estar juntos. —respondió el azabache, observando también como el cabello de la anciana se fue un poco hacía un lado, casi cayéndose de su cabeza, y aunque ella se veía avergonzada el anciano, volvió a ponerlo en su lugar para luego dejar un beso sobre su frente. —Se nota que él la quiere muchísimo, a pesar de todo. Son solo suposiciones, pero ¿Tú crees que estén juntos desde su juventud?

Momo miró con más atención a la pareja, ella también había notado el pequeño accidente con el cabello, y ahora la anciana limpiaba entre risas el suéter del anciano que parecía haber derramado un poco de su helado debía al temblor de sus manos.

—Yo creo que sí, quiero creerlo aunque su amor sea o no desde la juventud. El amor que se tienen es casi innegable. —contestó sonriendo, sintiendo su corazón cálido al verlos juntos. —Algún día nos veremos así.

Awase sintió el calor elevarse hasta sus orejas, pero sin desviar la vista del frente, sintiendo el corazón golpear su pecho con fuerza.

—¿Juntos?

—Envejecidos. —respondió ella, y no quiere admitirlo, pero el azabache se sintió ligeramente decepcionado. —Pero espero que también juntos. Cómo ellos, no sé cómo es su vida, ni cuáles son sus circunstancias, pero si a su edad llegó a ser así de feliz comiendo helado con la persona que amo. Estoy segura de que mi vida habrá válido la pena.

Yosetsu no se sintió dolido, que ella no específico pasar la vida con él. El tiempo, las cosas, las personas, todo cambia y ninguno podía asegurar que dentro de tantos años ellos seguirían queriendose, o tal vez amándose con tanta devoción. Por ahora se sentía sumamente feliz, por el hecho de que Momo considere la opción de estar juntos un largo tiempo más.

—Yo creo lo mismo. Ser así de feliz, es algo que ahora espero conseguir algún día. —El de ojos grises se acomodó en su asiento, sujetando la mano de la morena con cariño. —Algún día vamos a envejecer, y nuestro cuerpo tal vez no vaya a ser o funcionar de la misma forma. Solo sé, que antes de preocuparnos por eso, podemos disfrutar del ahora. Mientras estamos juntos, y tú eres la chica más hermosa de este mundo.

Y Momo sonrió con las mejillas ligeramente sonrosadas. Devolviendo el apretón.

—Tienes razón, hay que disfrutar ahora. Después de todo, estoy saliendo con el chico más hermoso de este mundo yo también. —respondió, y Awase no terminaba de acostumbrase cada que ella decía eso.

Al final, se levantaron de la mesa al notar que el helado se había acabo, y no les quedaba nada más en ese lugar, iban tomados de la mano pasando justo frente a la mesa de los ancianos.

—Qué lindo es el amor jóven. —escucharon una voz dulce, y suave, sin evitar voltearon a ver a la ancianita que los miraba con una sonrisa. —Recuerdo cuando tenía su edad, debía tomar la mano de este tonto a escondidas para que no nos llamarán atrevidos ¿Recuerdas?

Ahora volteó hablando con el anciano a su lado, este se rió bajito, tomando la mano de ella para dejarle un beso en el dorso.

—Me alegra mucho que eso haya cambiado, y ahora chicos como ustedes puedan caminar de la mano sin problemas. —respondió, el anciano viendo en la dirección de ambos al final de su oración.

—Sí, es algo bueno del cambio. —contestó Yosetsu, sujetando con más firmeza la mano de Momo. —Aunque de cualquier forma, o manera me encantaría llegar a tener un amor como el suyo.

Y en ese momento los ancianos sonrieron, preguntando a la joven pareja si estaba dispuesta a escuchar la historia de amor que cada día se hacía más vieja, pero que ambos compartían con cariño.

No hubo un momento de dudas, Momo y Yosetsu ya se encontraban sentados dispuestos a escuchar hasta el último detalle.

De todas sus citas improvisadas, y sin planeación, sin dudas esta era una de las mejores.

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Este lleva escrito semanas pero no quería publicarlo sin acabar la segunda parte de “La doctora” pero aprovechando aquí está, así será más fácil llegar a la meta.

¡Cuento con ustedes! ¡Gracias por leer!

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