AwaMomo Zone.

[🌙] Saltar la cuerda.

Género: Fluff & Comedia.
Temática: Universo Canon.
Cantidad: 790 palabras.
Idea Suelta.

[🌙]

Awase tenía calor, mucho, muchísimo calor, o tal vez eran sus mejillas sonrosadas en extremo que lo hacían sentirse de esa forma.

¿Era un pervertido? Se sentía como uno, aunque no llegaba al nivel de Mineta que lo hacía con todo el descaro y disfrute, ese tonto le causaba náuseas.

Él no hacía eso pero tampoco podía apartar la mirada y se sentía como un idiota por no hacerlo.

Era su novia, pero aún así no se sentía con el derecho de hacerlo.

Habían juntado a ambas clases para hacer un entrenamiento en conjunto, nada demasiado impresionante, era un acondicionamiento clásico para ver qué tal estaban sus aptitudes físicas.

Se colocaron en parejas uno de cada clase por alturas, así que fue inevitable que su pareja fuera YaoMomo.

Todo iba bien, de maravillas, debía esforzarse un poco más para poder alcanzar las habilidades de Momo pero estaba bien, incluso logró sorprenderla con los ejercicios de fuerza cuando levantaron pesas, no era su intención pero lo consideraba un éxito.

Era todo demasiado color de rosas cuando el momento llegó. Era algo bastante tonto, sólo para medir el nivel de resistencia de los alumnos.

Saltar la cuerda.

Algo bastante sencillo, bueno, sencillo para aquellos que aprendieron a saltar cuando eran niños, los que no, miraban la cuerda como su mayor enemiga.

Yosetsu no se complicó demasiado para hacerlo, no era el mejor pero llegó a los 30 saltos antes de equivocarse, bastante bien a su parecer.

El problema llegó cuando fue el turno de YaoMomo para saltar, como compañeros debían quedarse cerca del otro aún cuando fueran ejercicios individuales así que decidió sentarse frente a ella a una distancia prudente sin el peligro de que la cuerda terminara golpeando su rostro.

Lo hizo de forma inocente, lo jura, ni siquiera pasó por su mente aquella idea, pero ahora no podía dejar de mirar a Momo, bueno, los pechos de Momo para ser más precisos.

Se sentía como un patán.

—28, 29, 30, 31...—Siguió contando, miró el rostro de la morena, tenía las mejillas sonrosadas por el esfuerzo, con la vista pérdida en algún punto fijo. —42, 43, 44, 45...

Decidió que lo mejor sería mirar sus pies, y seguir contando, o ver hacia otro lado guiándose por el sonido de la cuerda golpeando el suelo.

No debió debatirse mucho ya que la más alta dió un traspiés con la cuerda.

—59, felicidades YaoMomo. —comentó con una pequeña sonrisa de labios cerrados, pasándole la botella de agua a su compañera. —Hiciste el doble que yo.

—Gracias, Awase-kun. —respondió, sentándose a su lado y recostando la cabeza en su hombro. Le causó bastante ternura, así que le tomó su mano, y se sintió incluso más culpable.

—Muy bien, chicos, siguiente ejercicio. —gritó Vlad King, la mayoría se quejó en voz alta, él solo pudo suspirar. —Abdominales.

Su cuerpo tensó enseguida al oírlo, apretando de pronto la mano de la morena.

—¿Sucede algo? —preguntó Momo lo miraba algo preocupada, Yosetsu solo pudo sonreír un poco, negando mientras le restaba importancia. —¿Empiezas tú?

—No hay problema. —aceptó, la más alta se apartó para que el azabache se acueste en el suelo, Yaoyorozu colocó las rodillas a los lados de sus pies, y los antebrazos sobre las rodillas del menor.

Awase levantó la parte superior de su cuerpo, y cayó con incluso más fuerza para atrás golpeando su cabeza contra el suelo con las mejillas sonrosadas a más no poder maldiciendo por lo bajo.

—Awase, ¿estás bien? —La morena se acercó un poco, y el azabache sólo asintió, murmurando que no se preocupara.

Escuchó a Mineta gritar y maldecir su nombre por la suerte que tenía y cosas que decidió ignorar por el bien del enano, y es que sí, tenía una vista cercana a los atributos de su novia.

—No te preocupes, YaoMomo. Estoy bien. —contestó, sentía el rostro caliente, y se quedó un momento recostado.

“A ella no le gustaría” pensó, no era justo, era su novio sí, pero a pesar de que Momo no se había mostrado incómoda hasta ahora no significaba que tenía permiso para verla con total descaro.

Suspiró, antes de volver a levantar parte de su cuerpo.

—¿Tienes planes para esta tarde? —preguntó, se obligó a mirar directo a los ojos de Momo perdiéndose ahí, mientras continuaba con los abdominales.

—¿Te gustaría venir a tomar té conmigo? Mamá acaba de enviarme un nuevo té de hierbas de la India. —contestó con la voz emocionada y una sonrisa bonita desde su punto de vista.

—Me encantaría.

Yosetsu sonrío de igual forma, ya no le costaba mantener la mirada, Momo tenía muchos atributos atractivos, era una verdad innegable, pero ver su sonrisa y su voz tan emocionada por algo que le gustaba era muchísimo más atrayente.

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