A escondidas

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Mi hermana estaba organizando una fiesta de piscina y yo estaba aburrido y no me apetecía bajar a bañarme a la piscina, así que decidí tomar una ducha rápida.

Cuando salí del baño, pasé rápido a la habitación de mis padres para buscar el cargador del móvil que les había prestado, cuando por fin estaba cerca de mi habitación una mano rodeó mi cintura.

-Uhmmm -dijo una voz detrás de mi -, pero qué tenemos aquí... -dijo el novio de mi hermana, que olía riquísimo, poniendo su otra mano en mi cintura.

-Hola -volviendo a mi habitación.

-Pero mírate, cómo has crecido... -poniendo presión en mi cintura para quedarme quieto.

-Sí -tratando de alejarme, pero él coge la esquina de mi toalla y tira de ella, haciendo que giré sobre mi eje. Terminando con mi culo frente a él mientras me sostenía contra la pared para no caer. Pude ver su rostro como se iba llenando de lujuria al verme desnudo y chorreado agua.

-Y sí que te has desarrollado -acercándose, sin despegar ni un momento su mirada de mi culo.

Su mano repasaba el borde de sus vaqueros y del elástico de sus bóxers, sus pasos anunciaban lo inevitable: sus manos firmes, grandes y frías sobre mi culo. Frotándolo, apretándolo... recorriendo mi parte baja con una lentitud que pronto hizo que me empalmara.

Se sacó su cazadora, que era lo único que cubría su cuerpo de la parte de arriba, tirándola al piso. Verlo así me puso al mil.

-¿Te gusta lo que ves... -acercándose, cogiendo mi mano para repasar su vientre sin dejar de tenerme contra la pared.

Desabrochó su pantalón y me cogió la mano para que le ayudara con la cremallera, desvelando así su palpitante erección. Oculta detrás de esa tela.

-Te va a gustar más lo que vas a sentir... -sacando su miembro, haciéndolo chocar contra mi culo.

Se bajó todo y quedó semi desnudo, rodeó con su brazo mi cintura y con su mano cogió mi miembro y comenzó a frotarse contra mi. La sensación me volvía loco, el calor que desprendía me encantaba y me generaba cierta desesperación que hacia notar con gemidos. No podía hacer otra cosa más que dejarme llevar.

Y el momento llegó. Mi piel se erizó al sentir ambas manos cogerte con firmeza la cadera y sentir la punta de su miembro acercarse a mi entrada. ¡Dios! No pude y solté un gemido al sentirlo por completo dentro de mi.

-¡Ahhh! -solté inevitablemente al sentirme preso. Sus manos impedían que me moviera.

-Shhh -me dijo tapando mi boca con su mano -, no nos conviene que nos escuchen... -usando como apoyo mi cabeza para enterrarse más dentro de mi y hacerme querer gritar más alto.

-Uhmm, sí... -empujando más profundo su miembro, curveando mi espalda. Embistíendome con firmeza, pausado, disfrutando la entrada y apresurando la salida, así, un movimiento cadencioso que me tenía embelesado.

Mi miembro chocaba contra la pared dejando rastros de mi líquido con sus movimientos abruptos. Intentaba masturbarme pero me lo impedía. Me separó de la pared y hundió mi cabeza y curvearme más para poder entrar mejor.

Ahora era él quién recargaba su espalda contra la pared, obligando a moverme mientras él se quedaba quiero con las manos abajo; aumentaba la intensidad sujetando mi cadera, empujando y jalándolo cuerpo para nuestro placer. Podía sentir que se hinchaba cada vez más, pues sus embestidas eran más rápidas y desesperadas.

-Córrete dentro -le pedí gimiendo exhausto, sintiendo mis piernas debilitarse y mis brazos a punto de caer rendidos.

Él sonrió y me rodeó mi cintura con su brazo y siguió con su vaivén con fuerza que me vuelve loco. Sus gemidos lo delataban

Un, dos, tres... Su embestidas se obvian intensas y él parecía alterado hasta que por di soltó toda esa tensión con una corrida dentro de mi.

Me empaló lo más se pudo, haciéndome levantar mis talones para no sentirlo tan dentro, pero él se acercaba más y se enterraba. Tiró de mi cabello para besarme. Sentí como salía de mi y me dejaba débil, tardé un poco en recuperarme.

Una palmada sonora me hizo reaccionar y verlo de nuevo detrás mío, acomodando su aún húmedo miembro dentro de sus bóxers blancos, chivando lo que había ocurrido. Yo lo miré detenidamente y me imaginé al novio de mi hermana desnudo y mi miembro volvió a crecer.

Él sonrió y terminó de abrocharse el pantalón, coger del piso su cazadora vaquera y ponérsela de nuevo, dejando ver su exquisito cuerpo trabajado.

-No te alejes... -cogiéndome de la cadera para acercarme a él para comerme los morros y apretar una vez más mi culo -, aún no he terminado contigo.

Guiñándome un ojo y alejándose para volver a a bajar. De pronto el ruido de la fiesta volvió a mis oídos.

-Hey, cariño... -haciéndome reaccionar para volver a liar la toalla en mi cintura -, aquí estás...

-¿Dónde has estado? Te he buscado por todas partes...

Me recargue contra la puerta del baño agitado. El novio de mi hermana me había follado.

Sueños HúmedosWhere stories live. Discover now