Mi capricho 11

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Bryan veía desde abajo a Jos. Tenía sus piernas sobre sus hombros y el miembro de este dándole estocadas. Se había convertido en su nuevo capricho. No era como Alonso que se retorcía de placer cada vez que Jos llegaba a su punto, ni se aferraba a las sábanas cuando sus estocadas eran más rápidas. Palmeaba su trasero y apretaba los dientes evitando soltar gemidos de placer que evidenciaran su placentero sometimiento.

Ambos tenían aquella sensación tan masculina de pensar que habían sometido a otro hombre a su placer.
A comparación de Alonso, Bryan disfrutaba un poco más de los besos de Jos, que tenían un sabor a tabaco que le fascinaban. Sintió la corrida de Jos dentro de él e hizo lo que siempre hacían cuando uno terminaba dentro del otro: se besaban con una pasión que no tenían con nadie más mientras Jos se movía lento dentro de Bryan este recorría la espalda hasta frotar su trasero.

—Me encantas —confesó Bryan sintiendo el vacío que él miembro de Jos dejaba.

—Y tú a mi —cayendo a su lado.

Estaban tumbados en la cama de los padres de Alonso, sus padres estaban trabajado y no volverían hasta dentro de un par de semanas y Alonso estaba en algún lado con el padre de Bryan.

Ambos sabían que aquellos encuentros eran diferentes a los que tenían con Alonso. Ninguno usaba lencería o era complaciente; eran dos hombres disfrutando de la compañía de otro hombre. Y sin duda para ambos aquel día en que se la pasaron follándose el uno al otro había sido la mejor experiencia sexual de su vida.

Jos encendió un cigarrillo y repasó su vientre para sentir la corrida de Bryan y luego poner su mano alrededor del miembro de su anfitrión para masturbarlo. También él lo disfrutaba; disfrutaba ver al hombre que era Bryan morderse los labios para no soltar un gemido que delatara que le gustaban sus caricias.

Bryan volvió a respirar tranquilo cuando sintió que su líquido blanco salía de su miembro disparado hacia la cama en la que estaban tumbados, el cual Jos no se contuvo de lamer un dedo antes de repartirlo por el vientre de Bryan.

Bryan sintió su móvil y se lamentó un poco de no tener más tiempo para limpiarse todo el líquido blanco que tenía en su cuerpo y disimularlo un poco que había sido follado por otro hombre. Pero solo se levantó y limpió el que le había embarrado Jos en el vientre.

—Te tengo una sorpresa —dijo Bryan mirando su móvil, poniéndose de pie para buscar su pantalón y coger un par de toallas húmedas para dárselas a su invitado.

—¿Qué es? —preguntó lleno de curiosidad.

—Lo veras —dijo dándole un beso —, ponte cómodo. Ahora vuelvo.

Jos obedeció y se volvió a vestir, pero Bryan no tardó mucho en volver con dos chicos, uno a cada lado, con la camisa desvelando el cuerpo de cada uno. Sin duda con él la diversión no acababa nunca.

—¿Qué te parece? —apretando el culo de cada uno para que soltaran un gemido.

—Me encanta la sorpresa —sacándose la playera y poniéndose de pie.

—Saben que hacer —dijo a modo de orden y sin tardar un segundo Fredy cayó frente a Jos y sin vergüenza alguna sacó su miembro y lo metió en su boca.

—Carajo —dijo complacido del uso de la lengua del chico.

—Sí —dijo Bryan acercándose a Fredy para tirarlo del pelo rizado —, siempre quiere pito el condenado —, viéndolo desde arriba como tenía ya llena la lengua del resto del líquido que Jos había dejado dentro de Bryan.

Ambos chicos vieron a Alan.

—Y como verás este es algo tímido —dijo al tiempo que obligaba de un aventón a caer de rodillas frente a Jos, quien meneó su miembro que logró darle un par de golpecitos al rostro de Alan quien lo tomó y lo metió en su boca sintiendo

—Creo que me quedó con este —dijo moviéndose por si mismo dentro de la boca de Alan.

—Disfrútalo —le dijo dándole una nalgada antes de verlo levantarlo de un tirón de pelo a Fredy y llevarlo a la habitación de Alonso.

Jos entró en la habitación de Alonso y vio todo ordenado. Alan lo siguió lentamente, con un crop top que dejaba ver su vientre plano y lleno de curvas. Lo vio y se acercó a él para besarlo y sentir la piel expuesta sin duda era una sensación diferente.

Tuvo una idea. Si Bryan había dicho que quería hacer algo diferente pensó que sería bueno hacer lo mismo. Busco en los cajones de Alonso y encontró varios de sus conjuntos de lencería que solía usar y con suerte algunos no habían sido estrenados por Alonso, así que escogió uno nuevo, uno provocador que tan pronto verlo sintió su miembro erecto.

—Usa esto. Ahora —ordenó aventándoselo.

Alaba obedeció. No porque quisiera o porque le gustara usar ese tipo de ropa. Pero sin duda alguna algo en Jos le incitaba a complacerlo así que accedió.

—Pero quiero ver cómo te los pones —lo detuvo antes de que se fuera al baño.

Alan se quitó el crop top lentamente y se bajó el pantalón pegado dejando ver el calzoncillo blanco que usaba. Después quedó totalmente desnudo, viendo como Jos se contenía de todo así que siguió vistiéndose con la ropa que le había dado.

Cuando Alan estuvo listo Jos también estuvo listo.

—Ven aquí —dijo abriendo sus piernas y haciendo que se arrodillara frente a él. Rozó con su dedo sus labios y vio aquella mirada asustadiza que Alan tenía y que hacía poner duro el miembro de más de uno y el de Jos no fue la excepción. Alan lo desnudó y de nuevo quedó frente a él, sintiendo sus manos recorrer su cuerpo.

—Ven aquí —dijo golpeando su pierna. Alan se puso de pie y se sentó en el regazo de Jos para seguir sintiendo sus besos y caricias. Lo guió para que su miembro entrara por fin en su trasero.

—¿Te gusta montarte en papi, verdad? —guiando sus movimientos sujetando su cadera, viendo la timidez fingida que tenía Alan en su rostro, moviéndose para que aquella expresión mutara en una de placer. Quiso no volverse loco al sentir aquel trasero apretado, se enfocaba en sentirlo lentamente.

Tenía una sensualidad diferente a la de Alonso, su cuerpo tenía unas curvas diferentes y unos labios que lo invitaban a morder, incluso la forma de moverse tenía una sensualidad diferente. Se dejó llevar por sus movimientos de cadera; sin dejar de verlo morder su labio, sin dejar de escuchar el gemido que le provocaba sentir el miembro de Jos llegar tan dentro de él.

Jos comenzó a moverse más rápido, cambiando el ritmo y el ambiente, quería ser ahora él quien llevará el ritmo; quería venirse y antes de ello quería hacer gemir a Alan de una forma más intensa así que lo sujeto de la cadera y comenzó a moverlo de arriba a abajo, acercando su pecho a su rostro así podía morder sus tetillas y lamer su pecho mientras lo seguía empalando con firmeza.

Alan terminó lleno de líquido dentro de él y un poco en su rostro con Jos encima de él todavía dentro. Estaba agotado pero satisfecho. Ni él mismo Bryan había dado antes. Fue curioso sentir como un hombre también le había provocado placer al igual que había recibido.

Sueños HúmedosWhere stories live. Discover now