Sueños Húmedos

Mi capricho 3

Alonso estaba sentado en el asiento de copiloto del coche de Bryan, vestía una falda acampanada con un tío que dejaba ver su vientre delgado y tonificado.

-¿Por qué me llevas a tu casa? Pudimos follar en la mía -preguntó sí dejar de masajear el miembro de su novio por encima de su pantalón. Sabía que esos juegos tenían poco efecto en Bryan cada vez que conducía.

-Porque en mi casa están mis amigos, esperándonos -dijo con cierta picardía y una mirada rápida a como una vestido Alonso, que no se contuvo de repasar ese vientre en un rápido movimiento.

Alonso sonrió y decidió meter su mano en los pantalones de su novio. Esperó una luz roja para desabrocharlo y hurgar hasta encontrar su miembro y sacarlo hasta ponerlo duro. Amaba tenerlo entre sus dedos, deseaba tenerlo dentro de su boca, pero tenía que conformarse con eso en ese momento.

-No voy a aguantar -dijo Bryan aparcando el coche para salir del auto y caminar hasta la puerta del copiloto para sacar a Alonso para ponerlo en la parte trasera contra los asientos para levantar su falda y bajar la braguita que llevaba. Miró a todos lados mientras se bajaba su pantalón junto con su bóxer para liberar su erección y meterla sin remordimiento dentro de Alonso, quién se levantó un poco los pies para no sentir el golpe directo. Se contuvo de gritar, esa abrupta irrupción lo hizo contraerse, lo que hizo que su novio sintiera más placer mientras lo follaba.

-Te gusta tenerla dentro -decía Bryan mientras palmeaba su trasero una y otra vez sin parar, haciendo competencia al golpeteo que su cuerpo hacía con el de Alonso.

-Me encanta.

Bryan se movía vigorosamente y repasaba con su mano su vientre imaginado que era Alonso quién lo hacía. Se dejó llevar tanto que no notó al policía acercarse a ellos dos, hasta que le habló a su espalda.

-Uy joven, qué tenemos aquí.

Bryan respiró profundo e hizo un gesto burlón.

-Oficial -dijo saliendo de Alonso sin haber llegado a correrse dentro, tapó su miembro y vio al hombre frente a él. Vio como su mirada se desviaba al trasero expuesto de Alonso -perdón, pero es que... No me pude contener.

-Y quién no -dijo frotando su entrepierna.

Bryan sonrió malicioso.

-¿Quiere probar?

El policía se sorprendió por la propuesta.

-No joven, qué pasó.

-¿Le va a hacer el feo? Tóquelo... -dijo sujetando la mano del hombre que obedeció y sitio el trasero de Alonso. Bryan sabía que no podía resistirse -, Andele, animese.

-¿De verdad puedo? -preguntó dudoso de la generosidad de Bryan pero con su miembro deseando entrar en avión.

-Andele, dece -insistió Bryan subiéndose su pantalón.

El policía aceptó y se desabrochó el pantalón pasa mostrar un miembro semi erecto que terminó de endurecer masturbándolo un poco antes de meterlo. Miró a todos lados antes de hacerlo.

Alonso sintió un miembro diferente a cualquier otro que había tenido dentro que no dijo nada y se relajó.

-No pues si está apretado... -poniendo ambas manos en la cadera de Alonso para tratar de meter lo más posible su miembro en Alonso, que volvió a levantar un poco sus pies para no sentir ese dolor por la abrupta entrada del policía que fue imposible no hacer gritar a Alonso.

Bryan lo veía desde atrás. Aquel policía hacia su mejor esfuerzo para meter su miembro dentro de Alonso. No tardó mucho, escuchó de su novio un par de gemidos que lo demostraban, el policía había durado poco.