INTENCIONES OCULTAS EAM#2 | PRONTO EN LIBRERÍAS

15

Capítulo dedicado a blauhexe por enseñarme la canción de multimedia <3

Chan, chachachaaaan~

Lo prometido es deuda y aquí tienen su recompensa. 

Espero que la disfruten <3

***

ASÍ QUE ESTE ERA EL PRESENTIMIENTO 

Parte 2

Aunque su petición me desconcierta al principio, siento el atrevimiento y la confianza necesaria para hacer lo que pide. Su voz profunda me infunde una extraña seguridad en lo que hace, pero volver a experimentar el placer es, finalmente, lo que me lleva a desabrochar mi pantalón y poner una mano entre mi entrepierna y la suya. Dos dedos en mi entrada, frotando de arriba abajo con lentitud. Ser yo la que me complace me da la ventaja de seguir, pausar o intensificar el ritmo. Puedo sentirme envuelta en una electricidad extraña y adictiva. Aumento el ritmo, hundo mis dedos y empiezo a seguir el ritmo.

Al parecer, a Raziel no le sienta bien solo observar, así que se acerca para besarme. Pero es interrumpido por un jadeo proveniente de su boca.

—¿Lo estoy haciendo bien?

Bajamos la cabeza al sitio donde mi mano hace su trabajo; todo indica que el roce con su entrepierna está consiguiendo estimularlo.

—Lo haces de maravilla, Angelito.

Echa la cabeza hacia atrás para dejarla reposar en el vidrio de la ventana. Me mira con su perfil alto, los párpados caídos y la mirada oscura. Suspira profundo, como si de verdad lo estuviera disfrutando pero se contuviera por mi propio bien.

Verlo cargado de placer me despierta una idea maliciosa.

Dejo de tocarme y coloco ambas manos en sus hombros. No le quito los ojos de encima, quiero que mi mirada sea la petición de permiso que necesito para cumplir el reciente deseo que ocupa mi mente. Él se acomoda de manera tal que yo quedo todavía más alta sentada sobre su entrepierna. Su mirada se llena de un brillo lujurioso, se relame los labios, lleva sus manos a mi espalda arqueada y la masajea.

Mi respiración se agita.

Mi estómago se retuerce.

—¿Qué vas a hacer?

—Quiero intentar algo —musito lamiéndome los labios.

Comienzo a moverme encima de él, usándolo como mi nueva fuente de placer. Sintiendo que la presión en mi zona íntima va en aumento. Voy hacia delante y hacia atrás; primero lento, disfrutando de cada curva de su pantalón, y luego rápido en busca de más sensaciones. Ser yo la que está arriba me da la libertad de movimiento, de querer deleitar mi cuerpo como yo desee.

Las manos de Raziel se meten dentro de mi blusa para tocar mi piel, acarician mis espalda, mi cintura, juguetean con la forma de mis caderas.

—A esto me refería cuando te dije que tienes tu propio encanto... —Le escucho pronunciar. No sé si está cerca o lejos, he cerrado mis ojos para centrarme en lo que siento.

Desprende un quejido. Al abrir los ojos para saber qué sucede, él lleva una mano a su pantalón para acomodarlo. Si para mí es incómodo tener puesto mi pantalón, peor debe ser para él.