Uno.

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1994

T/N

He pasado mi verano en casa de los Wesley, junto a Harry y Hermione. Ya que mi padre ha tenido que quedarse en casa por asuntos sobre su escape de Askaban y tal vez otras cosas que aún no me cuenta Suele ser así de misterioso siempre.

-Ahora sólo falta el traslador - dijo el señor Weasley volviendo a ponerse las gafas y buscando a su alrededor. No será grande... Vamos...
Se desperdigaron para buscar. Sólo llevábamos un par de minutos cuando un grito rasgó el aire.

-¡Aquí, Arthur! Aquí, hijo, ya lo tenemos.-
Al otro lado de la cima de la colina, se recortaban contra el cielo estrellado dos siluetas altas.
-¡Amos! -dijo sonriendo el señor.

El señor Weasley mientras se dirigía a zancadas hacia el hombre que había gritado. Los demás lo seguimos.

El señor Weasley le dio la mano a un mago de rostro rubicundo y barba escasa de color castaño, que sostenía una bota vieja y enmohecida.

-Éste es Amos Diggory -anunció el señor Weasley-. Trabaja para el Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas. Y creo que ya conocen a su hijo Cedric.-

Cedric Diggory, un chico muy guapo de unos diecisiete años, era capitán y buscador del equipo de quidditch de la casa Hufflepuff, en Hogwarts.

Cedric Diggory, un chico muy guapo de unos diecisiete años, era capitán y buscador del equipo de quidditch de la casa Hufflepuff, en Hogwarts

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-Hola -saludó Cedric, mirándonos a todos.

Todos le devolvimos el saludo, salvo Fred y George, que se limitaron a hacer un gesto de cabeza. Aún no habían perdonado a Cedric que venciera al equipo de Gryffindor en el partido de quidditch del año anterior.

-¿Ha sido muy larga la caminata, Arthur? -preguntó el padre de Cedric.

-No demasiado -respondió el señor Weasley

-. Vivimos justo al otro lado de ese pueblo. ¿Y ustedes?-

-Hemos tenido que levantarnos a las dos, ¿verdad, Ced? ¡Qué felicidad cuando tenga por fin el carné
de aparición! Pero, bueno, no nos podemos quejar. No nos perderíamos los Mundiales de quidditch ni por un saco de galeones... que es lo que nos han costado las entradas, más o menos. Aunque, en fin, no me ha salido tan caro como a otros...-
Amos Diggory echó una mirada a los hijos del señor Weasley, a Harry y a Hermione.

-¿Son todos tuyos, Arthur?-

-No, sólo los pelirrojos -aclaró el señor Weasley, señalando a sus hijos

-. Ésta es Hermione, esta es t/n, hija de Sirius Black y éste es Harry, otro amigo... de Ron. -

-¡Por las barbas de Merlín! -

exclamó Amos Diggory abriendo los ojos-. ¿Harry? ¿Harry Potter?- dijo sorprendido mirando a Harry y luego me dio una vista rápida -Black?, ¿hija de sirius Black?-
-Ehhh... sí -contestamos Harry y yo al mismo tiempo .

Harry ya estaba acostumbrado a la curiosidad de la gente y a la manera en que los ojos de todo el mundo se iban inmediatamente hacia la cicatriz en forma de rayo que tenía en la frente, pero supuse seguía sintiéndose incómodo.

-Ced me ha hablado de ti, por supuesto -dijo Amos Diggory refiriéndose a Harry.

-Pero no de ti. ¿T/n Black?, Cedric... nunca la mencionaste hijo- le dijo.

-Lo habría hecho papá, pero la señorita Black suele ser algo reservada- admito Cedric algo incómodo.

-!Oh bien!, eso no es problema espero este año se puedan conocer mejor.- sugirió el señor Diggory. Y volvió hacia Harry.

-Nos ha contado lo del partido contra tu equipo, el año pasado... Se lo dije, le dije: esto se lo contarás a tus nietos... Les contarás... ¡que venciste a Harry Potter!-

A Harry no se le ocurrió qué contestar, de forma que se calló. Fred y George volvieron a fruncir el entrecejo. Cedric parecía incómodo.

-Harry se cayó de la escoba, papá -masculló-. Ya te dije que fue un accidente.

-Sí, pero tú no te caíste, ¿cierto? -dijo Amos de manera cordial, dando a su hijo una palmada en la espalda

-Siempre modesto, mi Ced, tan caballero como de costumbre... Pero ganó el mejor, y estoy seguro de que Harry diría lo mismo, ¿no es así? Uno se cae de la escoba, el otro aguanta en ella... ¡No hay que ser un genio para saber quién es el mejor!-

-Ya debe de ser casi la hora -se
apresuró a decir el señor Weasley, volviendo a sacar el reloj

-. ¿Sabes si esperamos a alguien más, Amos?-

-No. Los Lovegood ya llevan allí una semana, y los Fawcett no consiguieron entradas -repuso el señor Diggory

-. No hay ninguno más de los nuestros en esta zona, ¿o sí?-

-No que yo sepa -dijo el señor Weasley

-Queda un minuto. Será mejor que nos preparemos.-Miró a Harry, Hermione y a mi.

Ya que era nuestro primer viaje en traslador.

-No tienen más que tocar el traslador. Nada más: con poner un dedo será suficiente-

. Con cierta dificultad, debido a las
voluminosas mochilas que llevábamos , los diez nos reunimos en torno a la bota vieja que agarraba Amos Diggory.

Todos permanecieron en pie, en un apretado círculo, mientras una brisa fría barría la cima de la colina. Nadie habló.

-Tres... -masculló el señor Wasley.

"SECRETO" (Tom Riddle y tú +18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora