"SECRETO" (Tom Riddle y tú +18)

Los Malfoy

Narrador

-Deja de Joder, estoy como siempre.- se quejó el pelinegro mientras caminaba por la habitación.

-No, algo te tiene... uhg, como decirlo.- se burló. -Más pensativo, si se puede decir.-

-¿De que hablas?- lo miro molesto.

-Últimamente, desde que volviste de Hogwarts. Tienes algo extraño, ¿será esa chica de la que me contaste?- le pregunto el, poniéndose de pie.

-Desde que volviste de casa de tu padrastro eres tú el extraño, Mattheo. Yo estoy bien.- le recalco Tom.

-Bien, de todas formas acabarás por decírmelo así que... para qué sigo aquí.- se dirigió a la puerta cuando alguien tocó.

Ambos se miraron entre sí Algo extrañados.

-¿Quien?- preguntó Tom con voz fría.

-Solo abre la jodida puerta.- respondió Draco Malfoy.

Mattheo abrió la puerta. -¿Que quieres?...Barbie.- se burló. Draco lo fulminó con la mirada. -Cuida tus palabras Riddle.-

-¿Que quieres? Habla ya.-

-Una invitada de mamá acaba de llegar a la Mansión, y ella me pidió que por favor no sea molestada. Así que manténganse a alejados por las siguientes 48 horas por que estará aquí un par de días.-

-Un gusto. No nos interesan sus absurdas visitas.- dijo Tom y cerró la puerta de golpe.

-¿Crees que sea Bonita?- bromeó Mattheo.

-Lárgate Mattheo.- Tom le apunto a la puerta.

-Si, con gusto.-

~

Mattheo.

Salí de la habitación riendo, y me dirigí a mi habitación que estaba al final de el pasillo.

Pero al pasar por la escalera, escuché la dulce voz de una chica. "Un gusto Señora Malfoy."

Me detuve para bajar un par de escalones y percatarme de quién era. Desde ahí, pude ver a Draco, junto a una chica de cabello largo y obscuro. Ella estaba de espalda, presentándose a la madre de Draco, quien parecía feliz de verle.

~

T/n.

Finalmente había llegado a la mansión Malfoy, la cual era bastante grande aunque con un estilo algo obscuro como quienes habitaban en ella. Valla, nada sorprendente. La señora Malfoy se alegró al verme, lo cual me extraño pero fingí lo mismo.

todo parecía estar bien hasta que de las sombras de la casa apareció Lucius Malfoy.

-Bienvenida señorita Black.- Saludo, con voz fría.
Escuché a Draco a mi lado tragar grueso, a lo cual lo mire extrañada y se dio cuenta. Solo fingió que todo estaba bien, parecía asustarle su propio padre.

-Señor Malfoy, un gusto conocerlo.- extendí mi mano. El me miro con desaprobación. -Espero, que te sientas cómoda, te esperamos esta noche para la celebración de noche buena y Navidad.- baje mi mano. -Draco, lleva a la señorita a su habitación.- ordenó Narcisa.

-Si, Madre.- Draco tomó mi maleta. -Sígueme.- ordenó y obedecí.

Subimos las escaleras y me llevo a una habitación.

La habitación estaba adornada con lujosas alfombras y tapices exquisitos. La cama parecía realmente cómoda, había un par de muebles y dos vestidos cubiertos con una manta en maniquíes.