El fantasma Discord de París.

Canción de despedida

Escuchó el suspiro ansioso de Twilight. Podía sentirla temblar a su lado, echa un ovillo contra ella, pese a su usual temple y racionalidad. Entonces le apretó la mano enguantada, para reconfortarla y recordarle que estaban juntas en eso.

-Estaremos bien -le susurró con dulzura, pese a que el juez, sentado frente a ellas en el carruaje, era completamente capaz de escuchar el más mínimo sonido que hicieran. Sin embargo, el hombre apenas y les echó un vistazo rápido antes de mirar de nuevo por la ventana. A Fluttershy le pareció que, como ella, se encontraba pensativo.

Los acontecimientos habían tomado ese rumbo apenas esa mañana. Tal como habían escuchado, el juez Stern se había presentado a primera hora para recogerlas. De mala gana, aunque sin oponer demasiada resistencia, se habían subido a un carruaje que las llevó hasta la casa principal del ministro.

Apenas habían llegado, los sirvientes las llevaron a baños diferentes para que tomaran una ducha y les ofrecieron vestidos de fina costura que parecían diseñados para cada una. Fluttershy sintió la tela entre sus dedos, algo curiosa. Era tela más cara de la que Rarity usualmente podía permitirse comprar, y era definitivamente hermosa. Debía estar usando un vestido tan fino como los de las mujeres de aquella reunión a la cual la habían obligado a ir. Sin embargo, la sensación no era agradable en absoluto. Era el juez quien había impuesto su voluntad sobre ellas y las había hecho vestir de esa manera, y los sirvientes no las habían dejado solas un solo momento, ni siquiera cuando, preocupada, salió en busca de Twilight temiendo que las separaran. Por suerte, a los sirvientes se les permitió terminar de arreglarlas juntas.

Al terminar, Fluttershy llevaba un amplio vestido verde esmeralda que tenía todo tipo de bordes y ornamentos que le parecieron preciosos. Del mismo modo, terminó con el cabello recogido en un elaborado peinado que dejaba caer con gracia algunos mechones de su cabello. Lo mismo ocurrió con Twilight, cuyo cambio de imagen la dejó impresionada.

Tuvo que admitir que tenía un poco de curiosidad por el cambio en su apariencia, usualmente mucho más sencilla, de modo que se miró al espejo. Una joven de apariencia sumamente agraciada y elegante le devolvió la mirada desde el espejo, y sus cejas pronto se contrajeron ante la poco familiar imagen de sí misma. Ya no solo era el lugar lo que lucía claramente diferente, también era ella. Quizá le inquietaba la idea de perderse a sí misma.

-Extraño la mansión -le dijo a Twilight aún con la mirada fija en sí misma-. Los extraño a todos. Extraño a mis hermanas.

-Extraño a Rainbow -respondió su amiga. Fluttershy se alarmó cuando notó que su voz temblaba y que tenía lágrimas en los ojos-. Lo último que le dije fue que no quería estar con ella. Fue mentira. La extraño muchísimo -Fluttershy se apresuró a abrazarla y Twilight se escondió en su pecho-. Seguramente la lastimé, y seguramente está preocupada.

Fluttershy le acarició la cabeza, en un intento de reconfortarla.

-Por supuesto que está preocupada. Ella te quiere, lo sé porque la conozco de mucho tiempo. Nunca la vi tan enamorada. Encontraremos la manera de salir de aquí y volveremos con ellos.

Lo había dicho con seguridad, pero apenas dijo las últimas palabras se sobresaltó, pues el juez apareció cruzando por la puerta con su caminar tranquilo. Le preocupó que la hubiera escuchado.

-Fluttershy -pronunció su nombre como si fuera una caricia-. Y Twilight, ¿no es así? -la joven no contestó, de modo que volvió a centrar su atención en Fluttershy-. El vestido te sienta bien, querida, mucho mejor que cualquier otro que te puedan ofrecer en cualquier otro lugar. ¿No te parece? -la joven no contestó, por lo que Stern continuó-. Te busqué por mucho tiempo, pensé que ya no te encontraría.

-¿Por qué nos buscaría? -preguntó con cautela-. ¿Solo por esa multa?

-Es mi deber hacer cumplir la ley, después de todo. Y solo desaparecieron... Temía que les hubiera pasado algo malo.