El fantasma Discord de París.

Asimilar los cambios

Después de pasar días en un lugar que en absoluto se sentía como su hogar, la luz matutina y la habitación le parecieron hermosas como nunca antes.

Tocó el cabello colorido que le caía sobre el abdomen. Era mucho más grueso que el suyo, y era mucho más difícil de manejar; sonrió al pensar en cuánto le gustaba. Era su cabello favorito. Y entonces se fijó en el rostro de la chica que la estrechaba en sus brazos aún si estaba profundamente dormida, como si no tuviera intenciones de soltarla.

Había estado así toda la noche, y sin saberlo le había dificultado el quedarse dormida. Sin embargo, había descansado como no lo había hecho en días, y esa mañana se despertó sintiéndose ligera, luego de que la abrumadora opresión sobre sus hombros se aliviara. Deseó que Rainbow Dash pudiera reponerse también tras notar las marcadas ojeras.

Le colocó uno de los mechones por detrás de la oreja derecha, con una sonrisa de enamorada, antes de que tocaran la puerta.

-Adelante -indicó con voz suave.

-Twilight -era Fluttershy-. Te ves contenta -le comento, sonriente-. ¿Le dijiste lo que sientes?

-Aún no -la sonrisa se le difuminó un poco-, pero lo haré, aunque ya estemos en buenos términos.

-¿Le pedirás que vuelvan a salir?

Twilight rió por la curiosidad expresada.

-¿Qué tal si te cuento luego? No creo que hayas venido para preguntar eso.

-Tienes razón. Las chicas tienen ganas de platicar, y pensé en llamarlas.

-No quiero despertar a Rainbow... Se ve que no ha dormido bien por mucho tiempo.

Fluttershy retrocedió, con intenciones de marcharse.

-Oh, no te preocupes... Solo era por si se nos querían unir, después del tiempo de no vernos todas... De todos modos, podemos hablar después, o contarles a ustedes después. Les diré que...

-No hay problema, iré. Solo necesito... -le tomó casi un minuto soltarse de los brazos de Rainbow Dash-. Listo. Dejemos que ella siga durmiendo.

-Pobre Dashie... Debió extrañarte mucho -cerraron la puerta luego de salir y avanzaron hacia una de las salas vecinas-. No se lo vayas a mencionar, pero esas ojeras... Nunca la había visto tan demacrada. Apuesto a que lloró mucho.

Twilight entristeció.

-Cuánto lo siento...

Fluttershy la reconfortó con una caricia en el hombro.

-No fue tu culpa, Twilight. De todos modos, considera que de hoy en adelante estará muy feliz, y todo será gracias a ti.

Twilight sonrió en agradecimiento cuando entraban a la sala. En el interior las esperaban Pinkie Pie, Applejack y Rarity. Por lo visto, Pinkie había preparado pastelillos para todas y Rarity había llevado té.

-¡Ya era hora, bella durmiente!

-¡No fue mi culpa! -se defendió Twilight de Pinkie-. Rainbow estaba... -la cara se le puso colorada, pero se obligó a continuar- durmiendo sobre mí.

-¡Uhh! ¡Así que dormiste con Dashie!

-¡Ella quiso dormir en mi cuarto!

-Ay, ¡no te preocupes, tontita! ¡Lo sabemos!

-Prácticamente desde el inicio.

-¿Tú también, Rarity?

-¡Todos, querida! ¡Y es que así es como debe ser! Cuando es amor, es imposible ocultarlo -suspiro, emocionada.