-"...Y ojalá los dioses sean piadosos contigo, hijo mío, que te dejen seguir tu camino hasta la nueva vida y te den la fuerza para no regresar..."
Louis no tenía ni idea de que la piedad vendría en forma de un ángel de rizos y ojos verdes con toda u...
"Entendía perfectamente porque el chico adoraba ese sitio, era su lugar, ahí brillaba de una manera en que no lo había visto relucir antes..."
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Hay muchos tipos de felicidad pura, Zayn lo sabía pero conocía muy pocas.
Sabía que las personas se sentían realmente felices cuando les obsequiaban cosas, en especial si el regalo era algo que querían o necesitaban, también sabía que se podía ser muy feliz después de comer y jugando en la lluvia, aunque lo último lo dudaba mucho, él odiaba la lluvia pero entendía que no todos pensaban lo mismo; en realidad no cree haber sido verdaderamente feliz tantas veces, tal vez una o dos veces por el éxtasis de una travesura, pero no realmente alegre.
Solo recuerda fielmente un momento en su vida, en que sonrió, sonrió tanto y fue feliz porque se salvó de morir y conoció a su hermano, jamás había tenido nada más que sus padres y ellos ya no estaban en ese mundo, una tormenta marítima los había tragado y el mismo mar se encargó de arrastrarlo a una isla extraña, con personas extrañas y raras que no lo trataron tan bien al principio, pero a Harry tampoco y fue feliz porque lo halló y ambos estaban igual de perdidos.
Entonces conoció que se podía ser feliz en los momentos en que uno estaba en su peor momento, había perdido todo, su familia, su cultura y tuvo que flotar en el mar por todo un día sin hallar un rumbo fijo, pero cuando a su destino arribó, fue feliz, fueron felices, Harry confesó haber sentido lo mismo, una alegría inmensa.
Felicidad por regalo, por comida, por la estúpida lluvia y por el encuentro con que la muerte aún no deseaba llevarte, y le faltaba uno del que solo escuchó hablar : la felicidad cuando tu alma gemela aparece por fin en tu vida y sabes que es la correcta, que la estuviste buscando sin saber toda su vida.
Él no vivió esa alegría en carne propia, pero era feliz viendo a su amigo viviendola.
Sonreía felizmente cuando Harry hablaba de Louis o cuando podía ver como ambos sin siquiera hablar, reaccionaban el uno al otro, sus manos acercándose sin notarlo, sus ojos desviándose al del otro a cada segundo para comprobar algo que Zayn no entendía, pero le gustaba ver.
Sabía que ese encuentro no siempre era común y que era casi un milagro que resulte tan espontáneamente, en su comunidad natal hasta hacían rituales intentando atraer al alma gemela de la persona que la buscaba, ya que parecía ser imposible, y él se quedó con la idea de que tal vez jamás la encontraría, o lo encontraría, en realidad ni siquiera sabía que le gustaba, todos decían que no importaba, al fin y al cabo morirían y nada cambiaría si te gusta tal cosa u otra, pero Zayn sencillamente no tenía idea de que era para él.
Las mujeres que conocía y le agradaban eran como sus abuelas y los hombres de la tribu no casados eran unos viejos asquerosos, el único que conocía era Harry pero por los dioses, nunca le gustaría Harry románticamente, tampoco le gustó Louis cuando llegó, le asombraba, le parecía un hombre interesante y agradable pero nada más allá de eso, es más, lentamente lo estaba asociando como un hermano.
