-"...Y ojalá los dioses sean piadosos contigo, hijo mío, que te dejen seguir tu camino hasta la nueva vida y te den la fuerza para no regresar..."
Louis no tenía ni idea de que la piedad vendría en forma de un ángel de rizos y ojos verdes con toda u...
"Había sido un día muy largo para los dos, demasiadas horas separados, llenas de angustia por el estado del otro, pero ya había pasado todo, estaban juntos esa noche..."
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No pego un ojo ni cuando el sol asomó para anunciar el nuevo día e iluminó el lugar con sus rayos débiles, se mantuvo despierto, en vela con su atención puesta hasta en el sonido relajado de la respiración de Harry, que en contra de su situación, solo bastó con que su cabeza se acomodé entre la almohada y su hombro para ser inducido en un sueño profundo que necesitaba y del que luego se quejo de despertar.
Supo que no sintió el verdadero dolor de los golpes hasta que se sentó en la cama y su hombro ardió como el infierno, entonces volvió a llorar y tuvieron que inventar un calmante con un paño de agua fría sobre la herida mientras él buscaba a Zayn, no sabe como o donde le encontró pero ambos volvieron sobre la colina hasta su casa donde Harry esperaba.
Zayn y él tuvieron una larga conversación sobre medicamentos y curaciones que Louis trató de memorizar antes de que el moreno saliera a buscar lo que necesitaba para su amigo, dejándolo con indicaciones que no mucho sirvieron en su opinión pero Harry parecía estar bien en cuanto permaneciera junto a él, sosteniendo su mano y besando su frente, hablando de estupideces que a su ángel contentaban, por lo que no callaría su boca mientras estuviera feliz, con su afligida mente en otra cosa mas alegre que el dolor punzante de sus heridas.
No estaba preparado para la fiebre que ascendió por su delgado cuerpo a medio día, enviándole espasmos de frío que lo tenían temblando en el nido de mantas revueltas que era su cama donde lo acomodaron. Corrieron por horas entre infusiones y paños húmedos hasta que los temblores cesaron y se sumió en una siesta de a ratos, pero les dio tiempo de organizarse con los brebajes y ungüentos.
- De niño era propenso a estás cosas, levantaba fiebre ante cualquier baja, los ancianos decían que los dioses le habían maldecido con defensas débiles - dijo Zayn en voz baja, mientras preparaba dos tés para ellos, tenían el estómago vacío y este pasaba factura - Tatha sufría de cada susto, pobre mujer.
No solo Tatha, pensó Louis, no podía explicar la impotencia dañina que sintió cuando Harry empezó a delirar y a sudarse por la fiebre estando solo, sin saber muy bien que hacer ; Zayn llegó en esos instantes pero estuvo perdido mientras sostenía su cuerpo, desesperado con el miedo de que haya algo mal en su ángel.
Sabía que la fiebre podía ser mortal en algunos casos, había presenciado a familias desarmarse a causa de esta, y la posibilidad de perderlo cuando más suyo lo sentía le aterraba como nunca antes nada había logrado, él no temía a nada hasta que Harry se involucraba.
No tendría tanto miedo a la soledad si no fuera porque Harry estaría solo en algún sitio, simplemente no podía ni pensar en dejarlo solo.
No temería por su vida si Harry en ella no existiera, antes de él no le hubiera importado tanto, pero ahora tenía que vivir todo lo que pueda a su lado y morir sería una lástima.
