-"...Y ojalá los dioses sean piadosos contigo, hijo mío, que te dejen seguir tu camino hasta la nueva vida y te den la fuerza para no regresar..."
Louis no tenía ni idea de que la piedad vendría en forma de un ángel de rizos y ojos verdes con toda u...
“ Regresando al tiempo, estaba en uno de esos momentos en que solo quería que se congelé como el agua cuando hacía demasiado frío, solo pedía un momento para poder disfrutar de todo. ”
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El silencio de la noche solo era interrumpido por los muchísimos insectos y animales nocturnos que rondaban en las afueras, lejos de la vida humana que dormía o al menos lo intentaba, doblándose en sus camas de un frío calante que los atormentaba por última vez antes de dar paso a la calidez de la primavera.
Así se encontraba Louis, metido bajo una manta pesada, atrapado en un calor cómodo que solo un cuerpo como el de Harry brindaba, el chico dormía plácidamente a su lado, con su rostro prácticamente en su hombro y se encargaba de mantener caliente la cama para los dos.
Nunca le había sido cómodo dormir acompañado, solo había compartido cama con sus hermanas las noches en que mojaba sus sábanas y ellas eran obligadas a dejarle espacio, siempre sentía frío y las chicas pateaban mucho, pero dormir con Harry era como tener un pequeño fuego de la chimenea cerca, prácticamente inmóvil ya que apenas se movía, no se podía quejar, lo agradecía y dormido realmente no notaba algún cambio en su temperatura si es que lo había, hasta que está abandono su espalda y un escalofrío helado la recorrió, despertandolo de su sueño abruptamente.
La imágen de su ángel frente a sus ojos hizo que suspiré tranquilo por el momento, seguía ahí, acurrucado contra su brazo, sumido en sueños que ponían sonrisas adormiladas en sus preciosos labios; estaba bien.
Fue entonces, cuando cerró sus ojos e iba a acomodarse nuevamente para seguir a Harry en el sueño, que lo sintió, una presencia que trágicamente no le era tan extraña parada estática detrás suyo, a espera de él, mirándole fijo sin poder ver realmente a falta de ojos, solo dos cuencas vacías y oscuras dónde debían estar estos, pero sabía que se los habían arrebatado en una batalla ; aún así apuntaban a su cuerpo, observándolo de alguna manera sin formular palabra, emanando esa respiración densa y ácida que en el pasado ha tenido que sentir jadeante de odio en su cuello, mientras gritaba maldiciones y blasfemias hacia su persona una y otra vez, era la misma cosa, porque lo que sea que fuera, no podía ser humano.
Nada ni nadie que haga mal a otro por mero placer sin tener sentimiento o remordimiento alguno podía considerarse un humano, esa cosa no lo era y venía a por él, o lo que más temía, por el ángel que yacia a su lado.
Creyó que lo había dejado atrás al irse, que ya no volverían a buscarlo para sus violentas cruzadas de venganza que nunca llegaban a nada más que la muerte de los guerreros de su padre, pero ahí estaba, lo veía de reojo esperando su reacción para tomarlo del cuello y estrangularlo.
Su primer y más rápido reflejo fue abrir los ojos y proteger a Harry, podía atacarlo y no se lo perdonaría nunca, pero él ya no estaba acostado allí, en su lugar, estaba su forma marcada sobre la manta, fría como si jamás nadie se haya recostado ahí antes.
