Capítulo 9: Cada vez más confusa

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Hacía dos semanas que no sabía nada de Kira. Después de nuestra discusión la última noche del viaje, todo había sido de lo más incómodo. Ella estaba de humor horrible y en modo autista total, de hecho compró un billete en primera clase para ella con tal de no ir en el viaje de vuelta con nosotros, a pesar de que ya teníamos los billetes de vuelta comprados. Cuando volvimos se marchó sin despedirse si quiera y no habíamos vuelto a tener contacto.

Por primera vez, no quería ser yo quien fuese a su casa como si nada hubiese pasado, pero pasaban los días y me preocupada que Kira simplemente pasase de mí y se buscase otra ayudante. Le pregunté veinte veces a Proust si sabía algo pero no saqué nada claro. Estaba cada vez más estresada pero no podía dar mi brazo a torcer. Si a ella le iba a dar igual que yo estuviese cerca o no, no se merecía que me preocupase y si le importaba, en algún momento debería de llamarme. Intentaba tener eso en mente pero la verdad es que era complicado. Como hacía siempre que algo me preocupaba, intenté concentrarme al máximo en estudiar, aunque ya ni eso lo conseguía. Y todo era por su culpa. Maldita Kira Baker.

Hoy, sin embargo, estaba más animada de lo usual. Llevaba esperando este día varias semanas por que hoy vendrían varios escritores y editores de éxito a hablarnos sobre su trabajo a la universidad. Para mí era una oportunidad poder escuchar las experiencias de los profesionales y si conseguía hacer algunos contactos mejor todavía. A decir verdad, todos en clase estaban nerviosos ya que Proust nos había prometido que nos presentaría a los escritores después. Caminé con Sara hasta el salón de actos. En realidad también estaba un poco enfada con mi amiga por cómo se había comportado en el viaje. Ella me había preguntado por Kira varias veces y había intentado que le diese su teléfono pero evidentemente me había negado. Sólo faltaba que ahora Sara me quitase a Kira para rematar mi vida perfecta. Nos sentamos juntas a pesar de todo y comenzaron las conferencias.

Varios escritores y editores nos hablaron de su trabajo y yo estaba bastante emocionada, después Proust cogió el micrófono sonriente.

-Y ahora me gustaría que dejaseis vuestro teléfonos móviles y cámaras a mis ayudantes- dijo señalando a dos chicos que comenzaban a pasearse entre las filas de alumnos con unas cajas- los recogeréis después, a nuestra siguiente invitada no le gustan las fotos.

El profesor guiñó un ojo en mi dirección y comenzó a faltarme el aire. Estaba teniendo una idea bastante clara de quién podía ser “la siguiente invitada” pero, ¿No podía ser posible no? Si Kira había venido tendría que descubrir su identidad y no podía imaginarla haciendo eso. Sin embargo, cuando Proust terminó de hablar, Kira apareció de alguna parte, cogió el micrófono y se quedó mirando a los alumnos de forma extraña. Por primera vez no llevaba esa dichosa gorra calada hasta las orejas y su pelo azul parecía más salvaje que nunca. Vestía vaqueros y camisa y miró hacia mí en seguida sonriendo de forma extraña. Sara me susurraba cosas a mi lado excitada pero yo no podía entenderla, toda mi atención estaba en Kira. Me sorprendió ver que no tenía ojeras ni aspecto de estar medio muerta, por lo visto, yo no debía de ser necesaria en absoluto.

-Bueno días soy Kira Baker aun que vosotros me conocéis como Valquiria.

Guiño un ojo hacia mí mientras mis compañeros se volvían locos. Todos comenzaron a murmurar y a preguntarse si realmente sería ella aquella famosa escritora que admiraban. Se formó tal escándalo que Proust tuvo que pedir que se calmasen. Yo no estaba nada calmada y no para de preguntarme qué demonios estaba haciendo. Esto debería incumplir más de cincuenta de esas malditas normas suyas y no podía entender qué podía haberla llevado a hacerlo. Cuando los profesores consiguieron calmar a los alumnos Kira siguió hablando.

-No me gustan estas cosas y no entiendo por qué tendría que hacerlas, yo vendo mis libros no mi vida privada- dijo mirándonos con el ceño fruncido- Pero ya que hay gente que piensa que soy una cobarde huidiza no he tenido más remedio que dar la cara.

El misterio de Valquiria (YURI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora