Todo era paz y tranquilidad después del regreso de Wei Wuxian al mundo del cultivo, aún no se lograba encontrar al verdadero asesino de Nie Mingjue cuando otro problema se hace presente ante sus ojos.
Una grande y enorme mancha azul se muestra en el...
Ya todo el silencio de Gusu Lan había vuelto, ya no había gritos, revueltas o llanto exagerado. Todo se tranquilizó, toda la marea alterada del mar acababa de controlarse tomando forma de unas suaves olas acariciando la orilla del mar.
Jiang Cheng seguía sollozando, sus ojos ya rojos e hinchados, sus cabellos disparejos, sus ropas arrugadas, manos y nuca húmedos por tanto sudor, mejillas empapadas y frente con cabellitos pegados por la capa de sudor, el líder Jiang era un desastre sin más.
¿Cómo podemos culparlo? En su mano derecha tenía aferrados a tres dedos, tan finos, blancos, suaves, tres dedos de su amada hermana era todo lo que necesitaba para mantener la respiración cómo era debido, Jiang YanLi era todo lo que él necesitaba para poder vivir en paz, todos lo sabían.
Jiang Cheng, un hombre tan temible y con el temperamento de un león hambriento, tan fuerte y tan audaz al atacar, pero al mismo tiempo, un simple hombre que tuvo que madurar en un momento que no le pertenecía.
Él sólo era un chico que deseaba tener a su filia unida una vez más, añorando el ayer, deseando que el ahora fuese distinto, extrañando el pasado y rogando por el futuro implorando que no sea tan duro con él.
Jiang Wanyin miraba a su "yo" de éste mundo en silencio, no sabia por qué tanto dolor, no sabía lo que tuvo que pasar éste pobre para terminar llorando de esa manera tan alarmante, él sí avanzó en su vida cin sus hermanos, sí, su secta fue destruida, sí, sus padres murieron protegiendola, pero aún así, su hermana estuvo con él, su hermano no murió ni abandonó, él no tenía razones por las cuales llorar de esa manera.
Jiang YanLi no habla, no dice nada, permite que su hermano menor se calme y tome aire para poder continuar. Sabía que era difícil, sabía que las lágrimas no iban a faltar, el enterarse que es éste mundo ella ya tenía más de diez años muerta, era un golpe a su cabeza con veinte agujas de diferentes largos, era complicado, aún no terminaba de digerirlo, pero, su mayor necesidad ahora era tener a su pequeño hermano a su lado, protegiendole, estando con él en todo momento. Algo dentro de ella, algo en su pecho le llamaba a gritos, le decía en palabras rojas y remarcadas con una perfecta caligrafía.
"AUXILIO".
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Todo estaba mejor que antes, ahora todos estaban ya hablando entre ellos, preguntando cosas a los recién llegados, todos hacían algunas preguntas y eran respondidas, era una reunión bastante convencional.
-Y así es como terminamos aquí.- Dice Wei Ying mirando a Jiang Cheng quien ya estaba más calmado.
-Entiendo eso... Gracias por su explicación...- Era sorprendente, los de su propio mundo no podían creer o siquiera jamás habían imaginado al líder Jiang entablar una conversación con Wei Wuxian una vez más, al menos no le tenía odio a su hermano de otro mundo.
-Ahora, debemos preocuparnos por A-ling, salió despavorido de aquí, pobre... Debe estar muy asustado- fue el turno de Jin Guangyao de hablar, su mayor temor es la imprudencia y forma tan explosiva de su adorado sobrino. Nadie sabía qué estará haciendo en éste mismo momento. Y eso era realmente de temer.
