10.- ¡A correr!

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¡Hey! Hola a todos.
Hemos llegado al capítulo número 10.

Realmente no esperaba llegar siquiera al 5.
Pero mientras escribo ideas tras ideas surgen de mi cabeza.

Buenos, diré de una vez que la historia tendrá muchos capítulos de relleno.

Historias en cada capítulo de diversos días en los que nuestros amigos del otro mundo hacen de las suyas.

Pero al mismo tiempo darán muchísimas pistas de los desastres que vendrán.

De una vez se irán dando cuenta quienes son los verdaderos villanos y quiénes son los que los van a detener.

Ésta historia abarcará el WangXian, por supuesto, pero apenas y lo voy a tocar por el momento fuera de afirmar que Wei Wuxian y Lan Zhan del otro mundo están casados.

Pero, más adelante ellos dos van a tomar un papel demasiado importante, serán el sazón del platillo.

Eeeeeen fin.

Por el momento sólo se formará el tablero y las piezas de ajedrez se irán colocando poco a poco para poder comenzar el juego.

Y desmadre.
Habrá mucho desmadre.

Bueno.
Ahora sí.
A lo que vinimos.

Sale bay.

¿Alguna vez has visto a un cultivador Lan tenerle miedo a algo?Mejor aún ¿Correr despavorido o gritar como lo hace Wei Wuxian por un simple perro?

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¿Alguna vez has visto a un cultivador Lan tenerle miedo a algo?
Mejor aún ¿Correr despavorido o gritar como lo hace Wei Wuxian por un simple perro?

Déjame decirte que yo tampoco querido lector mío.

Los cultivadores de la secta Lan han sido entrenados desde infantes para controlar sus emociones innecesarias con tal de llevar paz y tranquilidad a sus mentes para un rendimiento excelente como dictan las tantas reglas de su secta.

Como una de las tantas reglas escritas y talladas en piedra "No está permitido perder los estribos".

Pero obviamente todos son humanos y tienen permitido sentir terror ante algo, eso nadie lo puede negar y es algo ilógico que se prohíba sentir algo tan común como el miedo.

Pero, ¿Un Lan?

Qué espanto.

-¡Padre! ¡Padre!- Gritaba Lan Yuan mientras que corría a todo motor hasta Wei Wuxian quien conversaba con Wei Ying y Jiang Cheng, quienes giran a ver al joven maestro.

CRUDA VERDADOnde histórias criam vida. Descubra agora