19.- Éste hombre.

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-¡Shijie!-

Wei WuXian decidió dejar la guerra que estaba ocurriendo detrás suyo, la desesperación y la necesidad de encontrar a su hermana mayor era tan inmensa, el dolor y la opresión en su pecho apenas y le permitían respirar adecuadamente, no podía permitirlo, no podía dejar que su hermana muera una vez más, no lo resistiría, ya no.

-¡Maestro Wei!- La voz de Nie HuaiSang se escucha a su derecha, cosa que le hace al azabache girar la mirada en aquella dirección dándole paso a una aterradora vista. Nie HuaiSang luchaba con todas sus fuerzas por levantar una viga de madera que aplastaba el cuerpo de Jiang YanLi.

El de ropas negras corre al rescate, observa por milésimas de segundo a su hermana, no había fuego, no había sangre, sólo el cuerpo de la mujer tendido en el suelo con una gran viga de madera encima de su abdomen y piernas.

-¡A las tres!- Ordena el azabache haciendo que el mayor asienta, ambos cuentan los segundos, y al tercero, utilizan sus fuerzas para poder alzar aquel trozo de madera; la casa encima suyo se derrumbaba, el fuego se comía todo a su alrededor y el ambiente se tornaba más pesado, si uno soltaba la viga para sacar a la mujer ésta se caería, si no hacían algo rápido los tres quedarían atrapados en el fuego.

-¡Con fuerza! ¡No lo sueltes!- Wei WuXian estaba ideando mil y un planes en dónde y cómo salvarse los tres, pero todos terminaban en desgracias, podía utilizar su cuerpo para sujetar la viga y sacar a la mujer, pero éso lo atraparía a él, podría, no podría, podría, no podría, podría, no, no podría.

Wei WuXian se seguía aferrando a la idea de salir los tres ilesos de allí, quería que todos estuviesen bien, tanto los que estaban dentro o fuera de la casa.

Pero su mirada desesperada pasa a los pies de Nie HuaiSang, éste estaba levemente inclinado hacia atrás y sus manos tenían la madera con fuerza impidiendo que baje, pero, no, no, no, Wei WuXian no pudo evitar pensarlo, no pudo.

-Tíralo... Su pie está allí, con un simple movimiento caerá...

-No tienes muchas opciones...

-Uno debe caer para que los demás se puedan levantar...

Sí, Wei WuXian estaba tomando una idea que ciertamente, le desagradó, las lágrimas en sus ojos querían comenzar a asomarse no por la rabia o decepción, si no por el miedo, miedo de si mismo al tomar como opción sacrificar a alguien, miedo de volver a ser aquel que se supone que murió.

Su pie derecho estaba a escasos centímetros del izquierdo del Nie, con sólo un golpe haría que éste perdiera el equilibrio, el peso de la viga causaría que su eje se fuese hacia atrás al estar inclinado, caería al suelo de golpe y el azabache podría sacar a su hermana con el pequeño espacio que habría por la diferencia de tamaños en los cuerpos.

Pero no quería, ése que estaba en el plan no era Wei WuXian, ése hombre que tenía la mera idea de lastimar a alguien más no podía existir, él o era así.

-¡Maestro Wei! ¡Necesitamos salir!- Nie HuaiSang tosió con mucha fuerza por la gran cantidad de humo que ya los rodeaba, los ojos le pocaban y era difícil siquiera mantenerse allí por el ambiente y las manos les ardían por la madera caliente y pesada.

-¡Yo-! ¡Yo no-! ¡Yo no sé!- El azabache se sentía tan tonto en ése momento, ¿Cuántos errores ha cometido últimamente? ¿Por qué ha perdido el camino tan fácilmente? Se suponía que él descubriría la verdad de los visitantes, que disfrutaría a su hermana, que arreglaría todo...

Pero, en medio de las grandes flamas carmesí que cubrían a su alrededor, un destello de esperanza se hace presente, un fuerte golpe seguido de un estruendo se muestra casi delante de los maestros, terminando por destruir la casa.

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⏰ Last updated: Sep 24, 2022 ⏰

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CRUDA VERDADWhere stories live. Discover now