Cosas de humanos.

Celos

⚠⚠⚠ Importante: leer nota del final. ⚠⚠⚠

¡Espero que disfruteis de la lectura!

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Estaban en uno de los bares de carretera en los que los hermanos solían parar para disfrutar de hamburgesas rebosantes de grasa, en el caso de Dean y platos llenos de lechuga, en el caso de Sam.

Cas tan solo se sentaba con ellos y los veía comer.
Bueno, veía a Dean comer.
De una forma un tanto escalofriante, según Sam.
Pero a su hermano no parecía importarle y él estaba bien con eso, era un rato agradable.

Si, lo era. Hasta que aparecía la camarera de turno queriendo conseguir algo más que una sonrisa coqueta de su hermano.

-Aquí tienen la cuenta- Estaba bastante seguro de que la mano de esa chica estaba demasiado cerca de la de Dean.

-Si, gracias- Por suerte el mayor estaba demasiado concentrado en terminarse las patatas como para reparar en el coqueteo de la chica.

-Si necesitan algo más.....- Y ahí fue cuando Dean se dio cuenta. Dejó sus patatas a un lado y miro a la chica.

Sonrió y parecía que iba a decir algo.
Pudo ver la enorme sonrisa de la camarera, creyendo que ya tenía a su hermano ganado.

Entonces se escuchó la voz de alguien más. Ninguno de los tres presentes se vio venir eso.

-No, muchas gracias por su atención. Dean esta cansado, deberíamos volver a cama.-

Casi se atraganta con un cacho de lechuga.

A su lado, su hermano empezó a toser.

La camarera había dejado caer la bandeja.

Cas tan solo estaba ahí, mirándoles bastante confundido.

-¿Dean estás bien? Ya te dije que necesitabas descansar, ¿por qué nunca me haces caso?-

Y entonces se rió.

Vio a su hermano refunfuñar algo soltando los billetes en la mesa e irse sin mirar a la chica.

La camarera también se fue sin mirar a Dean o a ninguno de los que estaban en la mesa.

Cas le miró así que dejo de reírse.
Supuso que el ángel tendría alguna pregunta extraña que hacerle.

Al fin y al cabo él solo había contestado a la camarera inocentemente, sin segundas intenciones.
Era Cas, ni si quiera sabía lo que era el sarcasmo.

-Esa chica no volverá a coquetearle, ¿verdad?-

Levantó las cejas sin saber muy bien que decir.

-Quiero decir, le he insinuado que Dean y yo mantuvimos relaciones. Con eso dejará de coquetearle-

Trató de no atragantarse, otra vez.

Miró al ángel. Tenía el ceño fruncido y parecía triste.

Entonces soltó un suspiro y sacó a relucir sus dotes de psicólogo.

-Cas, ¿estás bien?-

-Me siento raro Sam. Cuando miro a Dean algo aquí se siente bien, tranquilo- Sonrió ante la explicación de Cas mientras este se señalaba el pecho.

-Pero cuando lo veo sonreírle a la camarera ya no siento esa tranquilidad, es algo mucho más pesado y no lo entiendo. Quiero decir, a mi me gusta ver a Dean sonreír.-

-Son celos, Cas.-

-¿Celos?-

Volvió a sonreír.

-No te preocupes, son cosas de humanos. -

Se levantó para ir donde su hermano.

-Sam-

Cuando se dio la vuelta vio al ojiazul aun sentado mirando al suelo, pensativo.

-¿Si, Cas?-

-No me gustan los celos-

Suspiró y esperó a que el ángel se levantara y fuera con él.

Iba a ser un largo viaje, desde luego.

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Hola, ha pasado bastante tiempo desde mi última interacción en esta plataforma y me disculpo por eso.

No han sido tiempos nada fáciles y he descuidado entre muchas cosas, la escritura.

Pero he vuelto para continuar historias incompletas, comenzar nuevas y seguir disfrutando de la escritura y de todos vuestros comentarios y aportaciones.

Muchas gracias por la espera, esta vez muy larga espera, y espero que continuéis apoyándome como hasta ahora.

🥰😊😘