Paternidad (II)

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Continuación de "Pañales y biberones"

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-Dean sigo sin saber qué hago yo aquí.

-Ya te lo he dicho en casa.- dijo mientras bajaba la mirada a la lista al mismo tiempo que sostenía a Sammy en su otro brazo.

-Y yo ya te dije que no iba a volver a ocurrir.

-Ya, prefiero no arriesgarme.- sonrió y movió el carrito hacia el siguiente pasillo.

Cas resopló mientras seguía al rubio.

Miraba distraído los estantes cuando una voz le llamó la atención.

-Sas.

Miró hacia Dean cuando se dio cuenta de que la voz provenía de esa zona.

-Sas.

Levantó las cejas al ver a Sammy sujeto al cuello de Dean con un brazo y con el otro extendido hacia él, abriendo y cerrando la mano.

-¡Sas!- repitió el niño con más ímpetu al ver que el ángel no le hacía caso. Estiró más el brazo tratando de alcanzarle y al no conseguirlo empezó a gimotear.

-Dean a Sam le pasa algo.- avisó el ojiazul cuando se dió cuenta de las lágrimas que empezaban a asomar por los ojos del pequeño.

-¿Qué pasa Sammy?- el rubio miró a su hermano preocupado.

-¡Sas!- Sammy empezó a llorar mientras abría y cerraba la mano en dirección al ángel, como queriendo acercarle a él.

-Cas creo que quiere que le cargues tú.- Dijo Dean meciendo a Sammy tratando de calmarlo mientras miraba al pelinegro.

-Dean yo no se hacer eso.

-No es tan difícil.

-Cuando lo intenté me dijiste que no lo volviera a hacer.

-Eso es porque Sammy estaba levitando Cas, solo tienes que cogerlo en tus brazos.- Dean empezaba a desesperarse, algunas personas habían empezado a mirarles al escuchar el llanto de Sam.

Por un segundo se sintió como si hubieran raptado a ese bebé.

-Está bien.- Cas miró a Sam y extendió sus brazos cogiéndolo.

Al momento el castaño dejó de llorar y estiró las manos tratando de tocar la cara de Cas.

Pero era algo difícil teniendo en cuenta que el ojiazul sujetaba al bebé con los brazos totalmente extendidos hacia adelante.

-Cas no lo sujetes así, es un bebé no un saco de mi- de basura.- Dean se preguntó cuántas veces más iba a tener que corregir las "palabras feas" antes de decirlas.

-¿Así mejor?

Volvió a mirar al ángel y sonrió al ver que había acomodado a Sammy entre sus brazos de una forma menos...menos rara.

-Mucho mejor, sigamos con esto.

Volvió a empujar del carrito mientras veía lo que les faltaba por comprar.

Cas caminaba a su lado jugando con Sam para evitar que volviera a llorar.

-Es Cas, Castiel.- Repitió el ángel por tercera vez.

-Sas.- Repitió Sammy mientras inflaba los mofletes.

-Está bien, Sas entonces.

Dean sonrió sin que los otros dos se dieran cuenta.
Es que joder, había que admitir que eso era malditamente adorable.

***

Habían terminado la compra y estaban en el Impala con todas las bolsas guardadas, silla montada y bebé montado y atado en la silla.

Tenían intención de volver al búnker pero tras una llamada de Bobby, en la que les avisaba que no podría cenar con ellos por unos asuntos pendientes, decidieron ir a alguna hamburguesería grasienta a cenar.

Dean no es tonto, sabe cuales son los asuntos pendientes de Bobby. De hecho sabe que esos "asuntos pendientes" tienen nombre y apellido.
Pero no se va a meter en la vida privada del cazador, de su segundo padre, de su "mentor".
Bueno tal vez si lo haga, una vez que haya cenado claro.

-Buguesa.- dijo Sammy llamando la atención de ambos mientras señalaba la carta que sostenía Dean.

Habían entrado en el primer local de comida rápida que encontraron.

-¿Quieres una?- preguntó Dean a su hermano mientras giraba la carta para que pudiera ver las hamburguesas que había.

El pequeño abrió los ojos asombrado por la cantidad de colores ante él.

-Buguesa- repitió señalando una al azar.

Cas asintió ante su elección y tras llamar la atención de una de las camareras ordenaron lo que iban a tomar.

-Tatas- dijo Samny cuando le pusieron las patatas delante.

Dean le dio una y sonrió viéndole mirarla como si fuera la cosa más extraña que había visto en su vida.

La camarera les miró sonriendo y Cas pudo ver que parecía tener algo que decir.

-¿Cómo se llama?

-Sam.- contestó Dean mientras veía al pequeño muy entretenido aplastando la patata que le había dado.

-Eh Sammy no hagas eso.

El nombrado ignoró a su hermano y cogió otra patata con la misma intención de aplastarla.

-Sam.- Llamó el ángel

Sammy le miró y agarró más fuerte la patata entre sus manos.
No iba a conseguir quitársela.

Cas tan solo le miraba fijamente sin saber muy bien que hacer para no provocar el llanto del pequeño.

La camarera observaba todo en silencio.

-Cas, ¿que te he dicho de mirar fijamente a la gente?- intervino el rubio.

-Dean, es un bebé.

-No me discutas.- miró a su hermano y le limpió con una servilleta.- y tú deja de jugar con la comida o te quedas sin las galletas esas de dinosaurios de chocolate.-Sammy le miró y entonces Dean se acordó de que estaba hablando con un infante. -No Dino chocos.

Ante eso el castaño paró automáticamente de aplastar patatas y empezó a comer con cuidado de no mancharse.

-Disculpa que lo diga, se que no es asunto mío pero dejadme deciros que la paternidad os favorece mucho.- La camarera sonrió y volvió a su puesto de trabajo.

Dean se quedó en silencio un segundo y se dio cuenta de la situación.
De toda la situación.

Mierda, parecían una pareja de padres primerizos.

-¿Qué es paternidad?

Ahí estaban Cas y sus inoportunas preguntas.

-Nada Cas, cosas de humanos.

El nombrado asintió y miró a Sammy, el cual le estaba llamando para compartirle una patata.

Cosas de humanos.Where stories live. Discover now