Cosas de humanos.

Piropos

No supo por que le pidió perdón pero intentó ser amable con él.

-Estas perdonado- Se iba a volver a girar cuando el chico le cogió de la muñeca.

Le miró bastante confundido y se acercó un poco más, intentando descubrir si era un demonio.

Pensó que el otro se alejaría al tenerle tan cerca, Dean le había dicho algo sobre que la gente tenia espacio personal. No había entendido muy bien pero parecía ser que no podía acercarse tanto a nadie.

Antes de que tuviera tiempo para separarse el chico le acercó mas a él y paso la otra mano por su espalda.

Le vio sonreír.

-¿Te dolió cuando te caíste del cielo?- ladeó la cabeza sin entender lo que acababa de preguntarle.

Aun así decidió contestarle.

-No fue un descenso complicado, gracias por preocuparte.-

El otro se rió y le acercó mas a él.

-Tienes unos bonitos ojos, ángel- Abrió los ojos alarmado, ¿cómo sabía que era un ángel?

Estuvo a punto de preguntar pero alguien había golpeado al chico y lo había alejado de él.

-¿Dean?-

-Vámonos de aquí Cas-

-Pero no pedí las cervezas-

-No importa, ya no me apetece-

Asintió y le siguió hasta el Impala con Sam detrás.

Le pareció ver que el menor de los Winchester se estaba riendo.

Se sentó en los asientos traseros y miró por la ventanilla sin terminar de entender lo que acababa de ocurrir.

-Dean-

-¿Qué pasa Cas?-

-¿Por qué ese chico me llamó ángel? ¿Como sabe que soy un ángel?-

Dean soltó un bufido.

-Era un piropo Cas-

Levantó las cejas.

-¿Qué es un piropo?

Esta vez fue Sam quien contestó, parecía que había dejado de reírse.

-Nada Cas, cosas de humanos.-