En donde Yachi encuentra un tweet de un seguidor, le da me gusta y se encuentra con su música. Le muestra los vídeos a su amigo Kei y él pasa a quedar encantado con el pecoso; no sólo con su melodiosa voz, sino con todo lo demás.
Tsukkiyama redes so...
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Tsukishima estaba doblando su ropa cuando recibió una llamada de Yachi.
-¿Qué pasó? -Respondió poniendo el celular en altavoz para seguir doblando la ropa.
-¿Te acuerdas de él amigo de Daichi y Sugawara del que nos contaron la otra vez? -Preguntó Yachi.
-¿El que va a hacer una nueva marca de ropa y que-?
-¿Se parece a Jesús? Sí -Yachi confirmó. -Bueno, lo que pasa es que aparentemente van a hacer una fiesta para la inauguración y va a invitar a personas; como yo hace tiempo le hice un sponsor y conozco a Suga y Daichi me invitaron y puedo llevar un invitado -Yachi terminó.
-Y supongo que me vas a querer arrastrar a la fiesta -Dijo Kei.
-Como mi único amigo, tienes que. Es tu deber -Yachi dijo como si fuera algo obvio.
-Sabes que no me gustan las fiestas -Tsukishima se quejó. Estar con mucha gente no le agradaba demasiado, preferiría quedarse en su casa haciendo algo poco productivo.
-¿Y a mí sí? Kei, por favor, no me han invitado a un evento hace casi un año y la verdad no creo que sí voy sola pueda actuar normal, ya me desacostumbré. -Kei notó que la respiración de Yachi se aceleró un poco. Tsukishima suspiró.
Yachi siempre ha tenido ansiedad cuanto se trata de la gente, mucho más si tiene que estar alrededor de mucha al mismo tiempo. Ha mejorado un poco a con los años; en la preparatoria no había día que no lloara en la escuela por tener que estar cerca de la gente; pero aún se seguía poniendo ansiosa. Si Tsukishima no iba, estaba garantizado que en algún punto Yachi lo vaya a tener que llamar a altas horas de la madrugada en el baño tratando de no tener un ataque de pánico y el rubio se iba a sentir culpable.
-Maldita moral -Tsukishima pensó. El rubio suspiró una vez más -Bueno, voy a ir. Pasame la información por mensaje cuando puedas, pero cuando diga que nos vamos, nos vamos.
-Si, si, si, lo que sea -Tsukishima dijo cortantemente pero en sus labios se formaba una pequeña sonrisa que delataba su afecto a la rubia. Yachi se despidió y colgó la llamada y el rubio tiró el celular a la cama par que a su closet a buscar qué ponerse.
