Capítulo 10: Encuentros

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En la agencia, Bakugo terminaba de cambiarse en el vestuario dispuesto a marcharse con rapidez a la casa de Deku. Tenía un poco de prisa y, por eso mismo, se cambió enseguida sin siquiera pararse a hablar con nadie. Shoto estaba allí, pero al igual que él, se cambiaba en silencio.

En otras circunstancias, quizá le habría preguntado por su estado de ánimo, sobre todo sabiendo que había roto con la chica con la que se veía, pero hoy no era ese día. Tenía demasiada prisa como para malgastar el tiempo allí.

— Me voy ya – dijo finalmente aunque cuando se giró a mirar a su compañero, éste estaba completamente serio y paralizado frente a su taquilla. Con la camisa azul de su traje de héroe ligeramente abierta, mantenía los dedos a cada lado de los botones mientras sus ojos estaban fijos en un punto sin interés alguno –. Ey, Shoto – le llamó para sacarle de su ensimismamiento. Shoto elevó la cabeza rápidamente en cuanto escuchó su nombre, girándose a su compañero con los ojos muy abiertos –. Me voy ya. Nos vemos mañana.

— Lo siento – se disculpó por su distracción –. Mañana nos vemos.

Algo confundido y pese a que algo en su interior le decía que debería quedarse a preguntarle qué ocurría, prefirió marcharse. Le había dicho a Deku un "voy para allá", lo cual indicaba que, en cuanto acabase el trabajo, iba a su casa. Dudó unos segundos, pero al final, cerró la taquilla y salió del vestuario.

El sonido de la puerta al cerrarse no fue suficiente para evitar que escuchase a alguien llamándole. Esa voz la reconocería en cualquier lado y al girarse, supo que no se había confundido: All Might.

— ¿Podemos hablar un momento, Bakugo?

Bakugo miró el reloj de la pared y resopló, sin embargo, la última misión que había tenido y que todavía seguía en curso tenía demasiado que ver con ese héroe al que tanto admiraba. No podía irse sin darle unos segundos al menos.

— Claro.

— Vamos a un lugar más tranquilo – susurró All Might.

Llegados a esa situación, Bakugo no tuvo más remedio que seguir al hombre al que tanto admiró de niño y la persona a la que siempre quiso superar como héroe. Ahora ya estaba retirado, pero sin duda alguna, seguía teniendo todo su respeto.

Ambos entraron en una de las salas de reuniones del fondo. All Might dio la luz, pero fue Bakugo quien cerró la puerta tras él para evitar interrupciones.

— ¿Lo has encontrado? – tan demacrado como de costumbre, Bakugo no le perdía ojo de encima. Mientras All Might se dirigía a la gran ventana y miraba el exterior, Bakugo tomaba asiento sobre una de las mesas cercanas a la puerta.

— Aún no, pero lo haré. ¿Cómo va el interrogatorio?

— Ese villano que trajiste no suelta prenda – susurró.

— Tu poder tiene que estar en algún lado. No puede desaparecer sin más y voy a encontrarlo.

— ¿Viste algo inusual el día que lo perseguías?

— No. Me informaron del ataque hacia ti y de que debía recuperar tu quirk. Perseguí al villano hasta esa calle, pero había mucha gente. En la batalla, todos se dispersaban. Creí que el poder seguía en el villano que lo robó.

— Él no lo tiene. Debió deshacerse de él al entender que sería capturado, pero... ¿Cómo? ¿Dónde está?

— No lo sé, pero sigo investigando. Voy a encontrarlo, te lo prometo.

Al ver cómo Bakugo volvía a mirar el reloj de la sala, All Might sonrió antes de entender que ese chico tenía algo de prisa.

— Lamento haber tomado algo de tu tiempo libre.

Destiny (Bakugo-Deku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora