Capítulo 5: Una disculpa extravagante.

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Tumbado boca abajo sobre el colchón de su cama, Izuku mantenía la cabeza ladeada para poder respirar mientras miraba el póster de su cuarto donde aparecía el gran héroe "Ground Zero".

Resopló. Era un héroe con mal carácter, pero no era un mal chico en el fondo. Arrastró su mano por el colchón hasta ponerlo sobre la almohada donde reposaba la cabeza y miró su mano. Todavía temblaba y estaba llena de moratones por los pisotones que sufrió en aquella caída.

Cerró los dedos de su mano y un gesto de dolor se reflejó en su rostro. Dolía demasiado, pero también le recordaba al rescate de su gran héroe. Ground Zero le salvó aquella vez y le hirieron por su culpa. Entendía el motivo para que estuviera tan enfadado con él.

Esa misma mañana en la agencia de héroes, trató de ser la mejor ayuda posible y revisar las heridas del héroe, pero sólo había conseguido enfadarle con sus palabras.

"Un nerd sin quirk", aquellas fueron las duras palabras que Ground Zero le dedicó, un estudiante mediocre destinado a sólo ayudar a gente sin quirk. Ahora que lo pensaba... hasta otros estudiantes de su carrera tenían algún tipo de quirk curativo que les convertía en mucho más aptos para el mismo trabajo que quería desempeñar él.

Miró nuevamente su temblorosa mano. ¡! Un nerd mediocre destinado a no ser nada en el mundo. Así se sentía. Las noches eran su único consuelo, en ellas, soñaba que era un héroe con un poder increíble y peleaba al lado de sus dos héroes favoritos. Se sentía vivo soñando. Izuku sonrió ante aquel pensamiento que jamás se haría realidad.

Su estómago rugió con fuerza. Tenía hambre, pero se encontraba tan cansado del duro día de hospital que lo que menos le apetecía era moverse para prepararse algo de cena. Lo más probable era que acabase durmiéndose sin cenar, lo cual le recordaba a los regaños de su madre por no cuidarse bien. Ella siempre le llamaba preocupada para asegurarse de que comiera algo decente, aunque la realidad era que los días que trabajaba, solía comer lo primero que pillaba o se pedía algo en la cafetería del hospital.

Cerró los ojos y dejó su brazo muerto sobre la almohada. Lo sentía deslizar lentamente, pero no tenía fuerzas ni para moverlo. Finalmente, el brazo cayó del colchón y quedó colgando hacia las tarimas de madera del suelo. En ese instante en que ya estaba casi dormido, el timbre sonó.

Pensó que sería algún reparto de comida de los vecinos, una equivocación de puerta porque él no había pedido nada a domicilio. No hizo el amago ni de levantarse y entonces, el timbre sonó una vez más.

Izuku abrió los párpados con pesadez e hizo un esfuerzo por elevar el brazo de nuevo hasta el colchón para poder impulsarse y ponerse en pie. Apenas estaba consciente, tenía sueño y hambre, una mala combinación. Casi como un zombie, metió los pies descalzos en las zapatillas de andar por casa y salió del cuarto para abrir la puerta. ¡De nuevo el timbre! No podía ser comida a domicilio ni una equivocación sonando tantas veces.

— Voy, voy — se apresuró a decir entre bostezos y frotamientos de manos sobre sus ojos somnolientos.

El timbre sonó una vez más con impaciencia, aunque Izuku estaba seguro de que la persona al otro lado debía haber escuchado sus palabras para que esperase un segundo.

Puestas en la cerradura, las llaves reposaban tranquilamente. Las agarró en su mano derecha y dio vuelta a la llave para poder abrir. El chirrido de la puerta no fue suficiente para despejar su vista cansada, sin embargo, sus ojos se abrieron repentinamente al ser consciente de la persona al otro lado.

Vestido con su traje de héroe y el antifaz, Ground Zero estaba plantado frente a su puerta con una bolsa de plástico que pasaba casi inadvertida debido a los enormes acoples en sus manos.

Destiny (Bakugo-Deku)Where stories live. Discover now