Capitulo 6

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Soldado Trikru pov:

El frio nos cala los huesos, no estamos acostumbrados a este clima tan helado. Nuestras botas se hunden en la nieve, congelándonos los pies. Luego de un rato a lo lejos comienza a divisarse el castillo. Sonrió, al fin hemos llegado.

-Deténganse.- Ordena nuestro general.- Recuerden, es una misión de captura, no un ataque.- Todos gritamos en asentimiento.- Traigan al príncipe y a Skai Prisa.

Soltamos un grito de batalla y comenzamos nuestro camino a Vancou. 

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Clarke pov:

Un año. Un año desde que llegue a la tierra, un año desde que me volví Skai Prisa. El entrenamiento se ha vuelto aun mas duro desde que descubrí que estamos en guerra. Bruja amargada abandono la capital hacia el borde hace ya varios meses. Desde entonces Roan y yo hemos sido entrenados por un hombre grande y corpulento llamado Darius. No es tan cruel como bruja amargada pero no se le queda atrás. 

Roan me golpea con su espada y caigo en un charco de agua empapándome. Miro mi reflejo en el hielo derretido. Las marcas que simbolizan mi clan sobresalen de una manera grotesca. Recuerdo lo dolorosas que fueron. Me las hicieron la mañana siguiente en la coronación  en una ceremonia mas privada, solo mama, Roan, yo y por supuesto, la bruja amargada. Fue la única vez que me permití llorar en su presencia.

El entrenamiento me ha enseñado a soportar el dolor, pero apenas tenia dos semana entrenando cuando me las hicieron. Me doy cuenta que me sangra la nariz, oh te arrepentirás de eso bigabro. Tomo mi espada y me levanto, logrando una estocada certera. Roan no llega a bloquearla y se hace un pequeño corte en su abdomen. A pesar de que no me gusta herirlo, menos me gusta perder.

Finalmente lo desarmo y coloco mi espada en su cuello. Nos quedamos mirando unos segundos, hasta que a regañadientes admite su derrota. Sonrió burlonamente, la pequeña Clarke se ha vuelto muy buena, incluso mejor que el. Estoy a punto de hacer un comentario ingenioso sobre su derrota, cuando su cara se transforma y levanta su espada del suelo en una posición defensiva. Alertada me doy vuelta y los veo, son varios soldados invadiendo los campos de entrenamiento. 

Sus pieles son mas oscuras que las nuestras, y tienen tatuajes en sus rostros. Caigo en la cuenta que no son Azgueda, son Trikru. 

-¡Trikru!- Exclamo alertando a todos.

Roan me toma del brazo y corremos con espadas en nuestras manos devuelta a la seguridad dentro del castillo. Mi grito debe haberlos advertido porque comienzan a seguirnos. Llegamos a las puertas del castillo, intentando atravesarlas entre la manada de guardias que salen a defendernos. Corremos por los pasillos hasta las cocinas, donde esta la puerta de los pasajes mas cercana.

Roan entra primero, cuando estoy a punto de poner un paso adentro, un soldado me toma de la capucha de mi capa, tirándome hacia atrás. El tirón ha sido tan fuerte, que caigo sentada en el suelo. Una sirvienta grita y el soldado arroja un cuchillo, el cual se clava en su garganta, matándola al instante. Hay un grito, y es unos momentos después que descubro he sido yo. Sangre sale de su cuello, esta muerta. La reconozco, es Sydney, o lo era. Ella nos cuidaba a Roan y a mi a veces. Era tan dulce y paciente, no merecía morir así. 

Escucho un grito de guerra y Roan entierra su espada en el soldado.- Jus drein jus daun.- Le dice al soldado muerto, mientras saca su espada del cuerpo. Estoy paralizada, dos personas han muerto en frente de mi en menos de un minuto.

Solía agradarme la idea de luchar, de ser una guerrera. Pero ahora, el ver la sangre, el asesinar, ya no estoy segura de quererlo. Caigo en la cuenta de que esto es guerra, atacas a tu enemigo y gente inocente muere. Como Sydney. Y a pesar de que el la asesino, el soldado solo recibía ordenes.

Skai PrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora