Skai Prisa

Capítulo 16

Lexa pov:

Como casi siempre, soy la primera en despertar. Me encuentro acostada de lado, abrazada al cuerpo de Clarke, quien me da la espalda. Sonrio, el sol releja el hermoso dorado de su pelo, haciéndolo parecer casi mágico. El momento es interrumpido, cuando un hocico comienza a olfatear mi nuca. Me encojo de hombros porque da cosquillas y extiendo una mano para acariciar a Mason.

Alentado salta sobre mi, haciéndome chillar y despertando a Clarke. Mason ladra y nos llena de besos al estilo lobo. Su emoción es tanta que no podemos evitar reír. Cuando logramos calmarlo nos regalamos un beso de buenos días y nos levantamos, dispuestas a iniciar un nuevo día. Hoy será la primera reunión con los embajadores de Clarke. Hasta yo me encuentro nerviosa.

Nos vestimos y nos ayudamos a trenzar nuestros cabellos. Clarke quiere colocarse su pintura de guerra, pero la freno. Me hace puchero y casi logra convencerme. Casi. Cuando estamos listas, bajamos a mi comedor privado. Por lo general, lo hago con los embajadores, pero quiero que su primera impresión de Clarke sea durante la reunión. No que vean como devora la comida como si mañana no fuera a comer.

-¿Nerviosa?-Me pregunta cuando acabamos.

-Si, un poco.- Muevo mi cabeza confundida.- Espera, ¿No debería preguntarte eso yo?

Suelta una risita.- Puede, pero luces mas nerviosa. Así que lo creo justo.

-¿No estas nerviosa?

-Algo. Pero creo que no será TAN malo. ¿Qué podría pasar?

Esa pregunta inocente espero no nos cobre factura mas adelante. Niego mientras rio y me da un casto beso. Que se transforma en muchos mas. Si continuamos así, no llegaremos a la reunión. Nos tomamos de las manos y caminamos hacia el ascensor. Clarke intenta soltarse y correr a las escaleras, pero es tarde, ya la sujete contra i cuerpo firme, para que no escape. Maldice por lo bajo y comienza a forcejear.

-Debes superar tu miedo al elevador.

-No. Esa cosa fue inventada por el mismísimo demonio. Seguro es una trampa mortal para obtener mas victimas.

Suelto una carcajada. De enserio no se de donde saca tantas idioteces. Beso su frente y parece calmarse. Las puertas se abren y subimos. Clarke aprieta tan fuerte mi mano, que creo que va a romperla. Para mi suerte, el viaje solo dura tres pisos o me quedo hasta sin brazo. La sangre ha dejado de circular a la mitad del segundo.

Salimos y nos detenemos frente a las puertas dobles de madera. Un guardia me informa de que ya todo el mundo ha llegado. Tomo aire y me preparo para entrar, cuando su mano me detiene.

-Lex, ¿Dónde debo ir yo?

Joder, olvide decirle eso.- Sígueme y sepárate cuando lleguemos a las escaleras. Veras a Titus apartado a mi derecha. Has lo mismo, pero colócate a mi izquierda. 

-Bien, a tu lado, pero no sobre el altar. Entiendo.

Le doy un dulce beso, intentando relajarnos a ambas.-Bien, aquí vamos.

Nos ponemos serias y las puertas se abren, revelando la sala del trono.

----------------------------------------------------------------------------

Clarke pov:

Camino junto a Lexa bajo la atenta mirada de todos. Borro toda emoción que no sea indiferencia de mi rostro y noto a Titus unos metro atrás a la derecha, como dijo Lexa. Suelto su mano y me coloco a una distancia a la izquierda, cubierta por las sombras. No pienso hablar u opinar en esta reunión. Soy solo un oyente, como cuando espiaba a mi madre en su estudio.