Prologo

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Venezuela

 08:33 p.m

 

 Caminaba em direccion a la siguiente panaderia, ¿Cómo era posible que se atragantaran tan rapido todo el pan de la despensa?, esto era lo malo de ser la desempleada momentanea, debia hacer los deberes y mandados para colaborar aunque en ello, se incluyera salir tarde por provisiones. 

 Las calles aun reflejaban personas deambulando que salian de las colas en el transito para llegar con destino a sus hogares, horarios maestros de madrugada a noche, a pesar de tener leyes para ser cumplidas muy pocos jefes en mi pais se les antojaba seguirlas.

 Espere a que el ultimo auto pasara antes del siguiente bus para poder atravesar la calle y no me arrollara.

“Claro Maria, debes buscar pan, ni modo que nos comeremos la lechuga y el jamon solo…” susurre molesta repitiendo las palabras de mi hermana mientras cruzaba la carretera.

Acelere el paso debido a que a estas alturas de la noche habian comenzado a colocarse en esquinas los normales ladrones que siempre atracaban a las personas al pasar por el boulevar.

Y yo, tenia una sangre de iman para ellos.

Al entrar me dispuse a buscar los encargos, como toda panaderia, el gancho era el pan, lo que menos terminas llevando: es pan.

Camine entre los anaqueles, ketchup, atun enlatado, yogourt de fresa de los congelados y un par de papitas que se me antojaban al momento. Termine por buscar el pan esperando que la siguiente bolsa estuviera lista, esperaba que fuera rapido la gente yacia impaciente y sinceramente no estaba de ningun humor para combatir con los golpeadores de oportunidad para llevarse las bolsas recien salidas.

 Como era de esperarse, en cinco minutos salio la siguiente tanda con bolsas, ¡muy bien!, trate de tomar una, con todo éxito tambien. Pero al girar vi a una viejecita, si yo debia estar mal por salir a estas horas de mi casa a tres cuadras, ¿Quién sabe como le iba a la pobre viejecita?.

-          Tenga… - le tendi una bolsa.

-          Oh… pero era tuya, no es problema espero las siguiente.

-          Insisto, tomela por favor…

 

La señora parecio pensarlo hasta que finalmente accedio retirandola de mis manos.

-          Muchas gracias, Dios te bendiga niña hermosa.

-          Muchas gracias… - sonrei encantada ­– igualmente para usted.

Saga Delucios 3: Magnate Atemporal (En Proceso)Where stories live. Discover now