“Pues, señor, no entendemos que sucede, todos los valores están normales, no se a que se debe tanto dolor físico…”
Un par de maldiciones más y luego una toalla en mi frente. Todo me pesaba, mi estomago y mi visión estaba revuelta, y unas nauseas terribles. ¿Quién me había golpeado?, abrí los ojos lentamente, apenas entrecerrados, y vi un Gael muy preocupado tocando mi rostro que ardía.
- ¡María! – grito de alivio tocando mi rostro. - ¡Estas bien! ¡Santo Dios que susto me has dado!
- ¿Qué… paso?
- No lo se, pero quizás temo te hayan drogado, pero… es que estas hirviendo eso no parece efecto secundario de ninguna droga – lo pensó – al menos no conocida.
- Agua… por favor… - gemí con la lengua rasposa y los ojos hinchados. – mi cabeza, ¿me han… golpeado?
El negó mientras me acercaba el vaso de agua a la boca, sentí un poco de alivio, pero en el fondo seguía teniendo un ardor, estaba muriendo de a poco en mi interior de calor.
- ¿Apagaron la ventilación...? – observe la salida de aire con pequeños papelillos volando con rapidez debido a la fuerza.
- No… - dijo aun más preocupado rozando mis manos. – esta -10º María…. ¿tienes mucho calor? – asentí asustada.
Cerré los ojos pensando que sucedía ahí, no entendía nada, mi mente comenzó a divagar nuevamente en pensamientos con Fabrizio. Lloriquee con el dolor y vi a Gael presionando el botón llamando la enfermera.
- Vamos a darte más ibuprofeno, haremos que pase el dolor, quizás es algún virus que pescaste, vas a estar bien, te lo prometo.
- Quiero ir a casa… por favor… - llore, apretando su mano mientras esta se incendiaba aun mas. – a casa…
- No podemos, María mírate, Dios santo, vas a convulsionar… estas delirando.
- María… ¿esta…? – la voz instantáneamente tenso mi cuerpo, como si le diera un aire fresco a mis pulmones. Y volviera a caer sobre la camilla. El se acerco tocando mi frente y negando. - ¿A cuanto le ha llegado la temperatura?
- 40\ y subiendo… - un Gael preocupado.
- Necesito vayas por el doctor.
- ¿Sabes si sufre de algún malestar en especial? Esto, no lo he visto jamás Ignazio.
- Ve, por el…. Doctor. – gruño Ignazio. – y aparta tus manos de ella por favor, aumentas su calor corporal… - esa voz no fue precisamente molesta ni preocupada, mas bien. ¿Dolida?
- Bien…
Le oí salir como disparado de la habitación y luego moverse la puerta y trancarse, ¿había alguien más ahí?, el seguro de la puerta, y luego con ojos entrecerrados veía como un hermoso Ignazio cambiaba a Fabrizio. El estaba… ¿desvistiéndose?
YOU ARE READING
Saga Delucios 3: Magnate Atemporal (En Proceso)
Paranormal"El principio de todos los males es, el amor al dinero". El principio de sus males, es tener que trabajar por ese dinero. Lidiar con un jefe, ya causa de migrañas. Lidiar con un magnate que parece un ser invisible y desconfiado, ya es causa de di...