Abri los ojos preocupada por todo el asunto, Fabrizio se coloco a mi lado sonriente, mientras sentía ligeramente que algo me calmaba los sentidos.
- Es un placer, usted debe ser el padre de Maria.
- Si, el mismo.
- Soy su jefe, como sabra ya el itinerario de viaje esta planeado, pero como padre de familia imagino las dudas que tiene acerca del viaje, asi que vine personalmente a hacerme cargo de ella. Maria es una trabajadora ejemplar, no podría encargarle esta tarea a nadie mas, si me permite, podríamos hablar un poco mas y explicarle de que va todo este viaje… mi bisabuelo esta muy feliz con la noticia de que se ella personalmente quien se responsabilice por sus asuntos.
- ¿El mismo Vittore?
- El mismo… mi nombre es Ignazio….
Mi mente se inmuto al recordar que lo había presentado por Fabrizio…
Oh Dios….
- Crei haber oído que lo llamaban por Fabrizio…
El sonrio levantando sus grandes hombres.
- Lo hacen por mi bisabuelo, me llamo Ignazio Fabrizio Vittore Donavieri, llevo su nombre de segundo en honor a el, es una tradición en mi familia.
Mi papa parecio asentir con un gran O.
- Si, bueno… mi nombre es Antonio. ¿Quiere pasar a sentarse? Maria tráele algo de café por favor.
- Enseguida.
Camine tratando de calamarme por mi burrada de decirle Fabrizio frente a todos. Mientras servia en una taza café para ambos, me sente por un momento pero me dio nostalgia al ver la mirada de mi padre, a pesar de todo nos extrañaríamos demasiado. Asi que fui a los alrededores a caminar y pensar en el ahora, explicándoles porque le llame Fabrizio y no Ignazio.
Resulto que casi al terminar la noche era un intimo amigo de la familia, jugo con mis tios cartas y dominos mientras mis tias y primas – en conjunto onmigo – suspirábamos al verlo.
Pero mi corazón se derritió cuando vi a mi pequeña sobrina acercándosele, mientras el trataba de componerle su pequeña muñeca mientras ella lo miraba interesada en verla finalmente repuesta.
Mi mente viajo a un lejano lugar donde ambos teníamos una familia y un pequeño niño con el cabello y los ojos de su padre.
Me despabile mientras el le sonreía a mi sobrina entregándole su muñeca en perfecto estado y le agradecia por la tacita de “café” obsequiada por haberla arreglado. Mis ojos se llenaron de tiernas lagrimas al verlo con ella mientras mi hermana tambien sonreía, supongo de imaginar que su padre fuera tan tierno con ella como lo era mi …. Lo era, Fabrizio.
De lejos me observo sonriendo, guardando en la memoria aquel momento, un hombre tan completo y a la vez tan complejo.
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Saga Delucios 3: Magnate Atemporal (En Proceso)
Paranormal"El principio de todos los males es, el amor al dinero". El principio de sus males, es tener que trabajar por ese dinero. Lidiar con un jefe, ya causa de migrañas. Lidiar con un magnate que parece un ser invisible y desconfiado, ya es causa de di...
