Capítulo 8

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   Desperte, primeramente, sintiendo  la humedad de mi cabello sobre unas suaves almohadas. Abri lentamente los ojos esperando a que los rayos solares hicieran huella en mi retina, pero extrañamente la luz estaba tenue.

    Me desperece poco a poco. Observando alrededor, al colocar los pies en la mullida alfombra color crema que se extendia a traves del inmenso cuarto contrastante en blanco, las luces se fueron encendiendo como si ellas hubieran notado mi despertar. Unos golpes en la puerta y un leve comentario en no se cual idioma. Camine lentamente hacia la puerta acercandome con cuidado para oir bien. Pero me asusto nuevamente un golpe mas para llamar mi atencion y abrir. Vislumbre a traves del ojo de la puerta y vi a una chica pequeña de piel clara y cabello negro con un carrito repleto de comida.

Comida…

-          Buenas… noches. – salude, la chica solo me sonrio. Pero nego afirmando que no sabia mi idioma avergonzada.

Le hice gestos para preguntarle en que pais me encontraba. Ella me mostro su placa de mucama con un nombre en negro sobre el dorqado y una pequeña banderita de Suecia.

-          ¿Sue…? ¿Suecia?

La chica asintio alegremente y acerco el carrito pidiendome permiso a entrar.

-          Yo, no he ordenado nada… - nuevamente olvide lo del idioma e hice señas para hacerme entender.

Es decir.  “Esto” “Yo” “No” “Nada” “¿Quién?”

Ella sonrio entregandome una carta.

-          Vittore…

Sonrio. Y contribuyo a mi vergüenza haciendo señas de “Es bienvenida”.

Entre a la habitación cerrando. Mientras ella disponia en la pequeña mesa en la habitacion junto al inmenso ventanal con cortinas crema, colocando las flores en el jarron, café y algunos bocadillos instandome a elegir yo misma. Alcance a ver algunas cosas conocidas pero otras muy diferentes, y nada aptas para ser un desayuno. Lo que me recordaba.

¿Era de dia…? ¿No?

Hize señas nuevamente y ella me mostro con las manos dos veces extendidas. Lo que implicaba. Las 20:00 hrs. 8 de la noche…

-          Wow…

Me acerque y mire con asombro que habia una inmensa langosta. Nunca en mi vida la habia probado, y quizas, seria un buen momento.

Ella agradablemente coloco la bandeja en la casi cubierta por completo mesa, un trozo de tarta de chocolate y algunos postres pequeños del lugar. A punto de sentarme observe que ella se retiraba y colocaba todo nuevamente en las bandejas sobrantes.

¿Habria ella comido ya? ¿Y si ellos no les permitian probar tales manjares?

La detuve antes de irse y le hice nuevamente mimicas ofreciendole sentarse, ella inmediatamentew se ruborizo negando y yo avergonzada volvi a proponerle haciendole gestos de comer tan siquiera un poco, habia suficiente para ambas y yo no sabia comer realmente aquello.

Ella finalmente acepto mientras de forma avergonzada se acercaba a la siguiente silla y esperaba de pie.

-          Sientate… - le sonrei para infundirle valentia.

Saga Delucios 3: Magnate Atemporal (En Proceso)Where stories live. Discover now