XVII

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Ganaré la guerra para conquistarte, no quiero admitir que te vas

Ya me encontraba calmado por lo que salimos juntos del baño encontrándonos con Erick y Christopher en la barra con una mirada de preocupación lo que me hizo dudar de cuánto tiempo estuvo ahí dentro.

Todos parecían tener la atención sobre ellos así que nadie nos notó por lo que me sentí altamente agradecido.

— ¿Qué pasó?- preguntó Johann, en un susurro, a Isaac, uno de nuestros compañeros.

—Voy solo, no te preocupes, tienes que encargarte de la cafetería ¿Sí? Te amo- dijo finalmente Christopher en dirección a su esposo levantándose, no pude evitar voltear mi cabeza cuando noté que iba a darle un beso.

Sin decir nada más se hizo paso entre nosotros para salir del lugar y Erick hizo lo mismo, pero para dirigirse a su oficina dejándonos a todos son comprender la situación.

Fueron varias horas después, ya en mi hogar, que supe lo que había pasado.

— ¿Qué haces acá?- le pregunté a Erick, sorprendido, cuando abrí la puerta de mi casa y lo encontré ahí.

—La abuela de Christopher tuvo una recaída y no creen que vaya a sobrevivir así que quiere estar allá.- explicó- ¿Puedo pasar?- preguntó con una sonrisa.

Me aparté de la puerta dejándolo pasar y una vez adentró la cerré y lo tome del brazo para empujarlo contra este y besar su cuello con rapidez, no pude evitar sonreír al escuchar como empezaba a gemir suavemente cuando llevé mis manos a su trasero.

—Te escuché gemir en tu oficina esta tarde.- le informé aun dejando besos en su cuello- Lo hacías muy fuerte, conmigo no lo haces así- comentó.

—Tú eres más delicado.- explicó perdido en la sensación.

—Pensé que ibas a decir que él te cogía mejor que yo, así podría demostrarte lo contrario- dije soltando una pequeña risa para alejarme de él, no sin antes plantar un pequeño beso en su boca.

—Hagámoslo de nuevo- pidió riendo.

—Te voy a ganar ¿Lo sabes, no?- preguntó metiendo una fresa a su boca.

—No soy un premio que puedes conseguir.- aclaró Erick mirándolo con indignación.

—No, pero eres lo mejor que una persona puede tener a su lado.- aclaró sentándose en el sofá e indicándole que se acerque.

Una vez lo tuvo a su lado lo empujó de modo que quedase recostado en el mueble y posicionarse sobre él.

—Tú eres lo mejor que alguien puede tener a su lado.- Sonrió el ojiverde al tener el rostro de Joel tan cerca remarcando cada una de sus facciones con admiración sin poder creer lo atractivo que era.

—Tal vez- dijo metiendo sus manos en la camisa de Erick para jugar con sus pezones.

—Solo que Christopher me coge mejor- indicó, hiriéndole el ego, en forma de chiste.

— ¿Ah, sí?- Murmuró sacando el pantalón del ojiverde de un tirón, se sintió hipnotizado por sus piernas por unos segundos antes de desabrochar su propio pantalón sacando su miembro del bóxer- Pues que te coja mientras pueda, porque no pienso rendirme hasta tenerte cada noche junto a mí. Vas a ser solo mío- dijo de manera dominante introduciéndose en él- voy a ser la única persona que pueda besarte y tocarte, pero aún más importante; voy a ser la única en tu corazón y no me importa que me lleve la vida entera conseguirlo.

Me extrañaron? Vamos yo sé q si ahre 

Pequeño maratón para avisarles que ya falta poco para que termine esta historia✨ a

Cuando la planeé por primera vez esperaba que fuese más larga pero, dos años después, me di cuenta que se volvería tediosa por lo que decidí cortarla casi por la mitad ahre y espero les guste el resultado final.

Besos en guerra||Joerick||Terminada||Where stories live. Discover now