XI

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Yo te confieso que no me arrepiento, y aunque estoy sufriendo podría estar peor.

Yo te confieso que no me arrepiento, y aunque estoy sufriendo podría estar peor.

—¿Quieres comer algo o ya te tienes que ir?- cuestione, una vez que estuvimos más calmados.

Erick se me acercó lentamente y poso una de sus manos sobre mí pecho.

—Quiero comerte a ti- murmuró bajando lentamente la mano por todo mí torso.

—¿No tienes que ir a casa?- cuestione dejando que meta las manos por debajo de mi camisa.

—Estuve allí unos minutos cuando fui con Christopher, después le dije que iba a salir y ahora le voy a avisar que falleció la madre de una amiga y me pidió que me quedará con ella- dijo trazando los cuadros de su abdomen.

—¿Unos minutos?- cuestione- ¿Dónde estuviste el resto del dia?

—Caminando, pensando... en ti- murmuró bajando la mano hasta mi entrepierna.

Entonces su estómago sonó.

Me aparte consiguiendo un gruñido de su parte, pero lo ignore para ir hacia la cocina.

Abrí la heladera para sacar un par de cosas y me lo encontré atrás de la isla con el ceño fruncido.

—Te voy a cocinar- expliqué.

—No tengo hambre- dijo haciendo puchero.

Le di la vuelta a la isla para quedar frente a él, abrí mis brazos para llevarlo a mí pecho en un abrazó.

—Tu pancita no dice lo mismo- murmuré en su oído bajando las manos a dicha zona dejándolas ahí un rato para sostener el abrazo y finalmente me separé para volver a la cocina.

—¿Qué vamos a comer?- cuestionó apoyando los codos en la isla y la cara entre sus manos con un breve puchero.

En un rápido movimiento saqué mí celular del bolsillo para sacarle una foto.

—Te ves muy hermoso- expliqué guardando mí teléfono- es una sorpresa- conteste a su pregunta logrando que su puchero sea más notable- ve a ver la tele, si quieres, yo ya voy ¿si?- dije acercándome para acariciar su mejilla y el asintió rápidamente con la cabeza para correr hacia mí habitación.

Tome la harina y la puse en la licuadora junto aceite, huevos y leche para luego poner la tapa y batirlo durante un par de minutos, cuando la mezcla estuvo lista la pasé de a partes al sartén con aceite caliente.

Luego de veinte minutos entre al cuarto con el plato en la mano, lo primero que vi fue a Erick sentado con las piernas cruzadas mirando atentamente la pantalla entre sus manos aunque igualmente tenía la tele prendida.

—Hice panqueques- anuncié sentándome a su lado con el plató.

—Gracias- sonrió tirando su celular a la cama.

Estuvimos en silencio viendo la televisión simplemente comiendo hasta que decidí hablar.

—Er- murmuré y el soltó el panqueque para mirarme- perdón por hablarte así. Quiero que sepas que nunca, nunca me voy a arrepentir de esto y te voy a esperar lo que sea necesario porqué aunque me duela ser el segundo me dolería mucho más estar sin ti- aclaré acariciando su cabello para luego acercar mí cara a la suya y juntar nuestros labios.

Besos en guerra||Joerick||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora