13

17.8K 793 1.1K
                                    

STELLA

Ahora no pasaba un día sin tener alguno que otro regalo carísimo en la entrada de mi casa. Todos eran del demonio, obviamente. Desde ese jueves, no ha vuelto a presentarse. Hoy era lunes y iba al centro comercial, estaba pensando en teñirme el cabello y comprarme ropa.

Pero no quería ir sola y llamé a Cassiel. Tampoco lo veía desde el jueves, pero si habíamos mantenido contacto por celular, que incluso quedamos en volver a salir.

La mente me ha dado muchas vueltas desde lo ocurrido con Constantine. Mi actitud se ha tornado un poco brusca últimamente, pero con mi madre y mis hermanos no, sólo he evitado estar con ellos.

Me encerré.

Me siento muy decepcionada, no sé qué creer realmente. Necesito confiar en alguien, y creo que ese alguien es Cassiel, me ha dado más respuestas que Constantine y me ha hecho sentir bien. Mejor de lo que esperaba. Por el demonio no me entero de nada si no que cada vez mi vida está en peligro.

¿Y si es verdad que él únicamente se quiere robar mi alma?

Pero es que tampoco lo parece porque, desde el jueves no ha faltado un estúpido regalo imbécil en mi puerta, pero eso tampoco no demuestra nada, debería demostrarme acciones de confianza, de que no me quiere hacer daño, de que simplemente me quiere ganar para "formar una familia".

Y yo que me estaba empezando a enamorar del demonio, creo que he puesto mis sentimientos en pausa hasta resolver todo, porque yo no me quiero ver hundida por un hombre que es un demonio, tampoco mis sentimientos heridos. Para ser mi primera vez, no quería salir tan dolida del asunto.

Pero a veces, las cosas no salen como uno quiere.

La realidad es muy mala y una mierda.

No todo es de rosa. No todo son sueños. Yo intenté ganarme la vida. Intenté darme oportunidades, pero ninguna me salía, todo fue una mierda. Las personas no tenían simpatía por nosotros.

Todo es una mierda. Éste mundo es una mierda por personas de mierda.

Hasta el día de hoy, por dentro, una parte de mí sigue en shock por llevar una vida "de lujo", ahora. Sigue en shock porque llamé un demonio a mí cuarto. Pero ahora que lo pienso, quizás, no fue coincidencia.

—Joder, Stella, deja de pensar estupideces—me riño a mí misma.

—Vivimos de las estupideces—escucho una vocecilla tierna y es mi hermano Owen que acaba de entrar a mi habitación—. Lo siento por no tocar.

Se acerca y palmeo mi cama para que se acueste conmigo.

—¿Qué haces aquí?—le pregunto tranquila, sonriéndole.

—Hay una chica—empieza a contarme y alzo mis cejas de la impresión—, de primer año, que me llama la atención y quiero acercarme a ella e invitarla a venir aquí. Hemos cruzado palabras pero me pongo muy nervioso, Stell, ¿podría invitarla?

Sonrío con ternura y revuelvo su cabello.

—Claro que puedes invitarla, campeón—le digo—. ¿Cómo se llama la chica con suerte?

—Oriana—dice con un leve sonrojo.

—Entonces,Oriana es bienvenida—musito—. Pero eso sí, si suben a tu habitación la puerta abierta, ¿entendido?

—¡Entendido! —hace una postura de militar y nos reímos.

Después se va de la habitación.

Yo viendo la hora, me levanto de la cama para buscarme lo que me pondré. Cojo un vestido azul de verano y unas sandalias negras, saco mis bragas y voy al baño a darme una ducha rápida.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 09 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

LASCIVIA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora