Prólogo

67.8K 2.3K 340
                                    

Lo necesitaba, definitivamente.

Mi fe seguía ahí, intacta.

¿Pero mis esperanzas? Se han ido al maldito borde del precipicio. Pero aún, mi idea descabellada, seguía ahí.

¿Qué tan malo podría ser?

Si lo intentaba, quizá...

Quizá funcionaría. Quizá resultaría. Si creía en Dios, creía en todo.

Todo existe. ¿Por qué no intentarlo?

Ofrecería mi vida si es necesario. Quiero acabar con el sufrimiento de mi familia y mío propio.

No podemos estar más así...

Necesito...

...

Necesito intentarlo.

Me hice la Cruz, me arrodillé en el suelo, y ésto fue lo siguiente que dije:

—Un demonio. O el mismo Diablo, si están por ahí, escúchenme, se los pido. Doy mi vida como sumisa, bajo mis condiciones. Ofrezco...—me detengo cuando las lágrimas se acumulan y el nudo en mi garganta se hace fuerte—, tener sexo, si es necesario, para lo que necesito. Sólo pido dinero, lo suplico. Es lo único que necesito—lo siguiente que hago, es llorar. No aguanto más, y lo suelto.

¿Me habría escuchado un espectro maligno?

¿Me habrían escuchado?

Juraba que sí y que no.

Ahora, sentía miedo. Temor, pavor... de que sucediera.

Pero, sería algo bueno, ¿no? Es lo que estoy buscando, lo que pensé y lo que decidí.

Me atentaría a las consecuencias.

—Lo pagaría, lo juro, lo haría. Por mi familia. Por mí.

LASCIVIA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora